sábado, octubre 22, 2011

Viernes más viernes menos

Unos polacos entran en una película y se van a trabajar a Londres. En los créditos la primera palabra es guión. Terminan caminando hasta Heathrow porque no tienen peniques. Me dan unas cuantas lecciones.
La pérdida de belleza hace la soledad más grande y el ser humano no tiene concepto de especie. Dos de las tres cosas son malas.
Mañana pondré la calefacción. Entra el otoño en mi cuerpo frágil y en mi cabeza con desperfectos. Mi estreñimiento impide que circule la energía por mi cuerpo y me saque de este círculo irrompible.
Franzen necesita demasiadas páginas para contar de mucho en mucho lo que se cuenta en la fotografía de una pareja de edades diferentes que hacen un afterworker clandestino y se ríen sin saber que lo que tienen en casa es su verdadero escape.

El teléfono ha vuelto a sonar y también la flauta.