miércoles, octubre 19, 2011

ella

En la vida personal algunas cosas se le complicaban. Su equilibrio desesperaba tanto a los hombres inseguros (que eran mayoría) que terminaban por dejarla. Se enfrentaba a ellos con su herramienta preferida: la verbalización de los conflictos. Pero su objetivo no era desanudarlos. Se valía de la comunicación porque así le había ido bien, pero claro, un novio o un amante no eran ni un director de recursos humanos ni una becaria de investigación de mercados. Y la cama no era una sala de juntas, y la sartén no era un ordenador y el cajón de los calcetines no era el armario del material de papelería. La pareja era la vida real. Lo que le servía en su trabajo, su carácter conciliador trufado de cierto despotismo no valía cuando uno de sus hombres llegaba con una copa de más o cuando, después de un polvo regular, él se levantaba a poner la radio tratando de olvidar los últimos minutos de sexo previsible y accidental.

1 Comments:

Blogger paloma said...

es ella?

7:16 p. m.  

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