miércoles, agosto 03, 2011

Días con huella

He hecho un pacto con mi mesa. Le permito que recuerde los surcos de los chupitos de whiski que me tomo de vez en cuando, un whiski furtivo, nada que ver con el diplomático que lo toma diariamente como parte de una rutina a lo Grahan Green. Pero ella está loca por dejarse marcar -masoquimo incipiente- por algun cigarrillo que apoyo sobre ella dejando la punta caliente al vacío. Eso no se lo permito.

Un andamio crece bajo mi balcón como una trepadora que todo lo invade. Lo recibiré como merece; con inexperiencia. Y al operario también, con la misma inexperiencia de quien nunca ha ha visto a nadie asomarse por su ventana de un cuarto piso.

Tengo un televisor y un exprimidor de naranjas en perfecto estado. Pero los tres sabemos que necesitan ser sustituidos por máquinas nuevas. Retraso el momento de eenfrentarme a ellos y decirles que hemos terminado.