La Perdida
El otro día fui a jugar al tenis.
Junto a mi pista había un profesor de tenis cargado con uno de esos carritos rebosantes de pelotas amarillas. Junto á él una niña del tamaño de una raqueta. El profesor, por aquello de dar conversación, le dijo a la niña: -a ver, Laurita, ¿qué pelota te gusta más? La niña contestó: -me gustaba la perdida.
Junto a mi pista había un profesor de tenis cargado con uno de esos carritos rebosantes de pelotas amarillas. Junto á él una niña del tamaño de una raqueta. El profesor, por aquello de dar conversación, le dijo a la niña: -a ver, Laurita, ¿qué pelota te gusta más? La niña contestó: -me gustaba la perdida.
3 Comments:
¡si es que lo más apetecible siempre es lo imposible!
¡Menudo aparato propagandistico te has montado con tu amigo Fer! jejejje.
Me apetece un culo dar clases. (joder tan pequeña y tan diplomática, por que eso fue lo que contestó)
yo siempre he tenido cierta atracción por ellas, por las perdidas
Publicar un comentario
<< Home