Argumento

He confirmado en el diccionario que la concupiscencia es el apetito desordenado de placeres sensuales o sexuales. No es mi caso. Ser bizarro es ser elegante por lo que pierde su carácter peyorativo previsto. La V nunca será de Victoria sino de Virginia y he decidido que los cactus son antiguos porque no evolucionaron del latín; pinchan menos que los hijos. Lo sé porque tengo varios. Los tertulianos de cincuenta mil al día dicen: “déjame terminar que yo te he dejado hablar a ti”. Eso es una argumento. Prefiero los de Coto Matamoros. Escribe Cortázar: “la brocha del silencio escribe para ti la palabra hija de puta”. Terelu no parará hasta no enterrar a su madre. Al final parece que tiran más las carretas. ¿De qué va ahora Aute recomendando no fumar? Si quieres jugar juega con otros o sé Dalí. La falta de contenidos y de singularidad hace que todo el mundo hable del tabaco en la oficina. Cualquiera de los que se quejan tragarían tabaco y ácido sulfúrico por un aumento de quincemil pelillas. Eso es un argumento. Las chicas lloran cuando los novios las dejan. Pero los chicos no las dejan porque sean ellas sino porque son ellos. Otro argumento. Arguiñano está otra vez borracho. El otro día hizo una cazuela de raya lo que nos dejó –obviamente- boquiabiertos. Necesitó 800 gramos.Mi jefa termina todas las palabras en inchi. Verbigracia: antoninchi, palominchi...Yo pensaba que este sufijo sólo se empleaba en agencias de publicidad pero ha llegado mi sector. Voy a tener cuidadinchi no sea que lea este postinchi. Nadie piensa en las señoras que limpian la oficina. Es como si no tuviesen alma. Yo se lo busco pero me cansa que anden siempre a hurtadillas, mertan su spontex entre mis dedos y el teclado, y desparezcan sin decir nada

Último argumento.

De repente es verano, ojalá estuviera en el invernadero de Katherin Herburn con sus ascensor, sus plantas carnívoras y esa maravillosa herramienta de guión que se llama universo referido.