lunes, junio 02, 2008

El viaje de trabajo de tres personas que no se conocen de nada y... Susana

HAARLEM
En Haarlem no hay dos bicicletas iguales; es un ciudad manejable y tenemos un buen contacto. Somos muchos; demasiados..
La tipografía en Haarlem es como la que llevaba Cruff a la espalda, redondita y elegante.
Esta ciudad parece siempre a punto de ser invadida por Hitler siguiendo los pasos que le pida cualquier guionista de cine clásico de los años cincuenta a la vez que los lugareños cuchichean en una lengua imposible y los tanques giran 180 grados y se llevan por delante a algún periodista occidental bajo la atenta mirada de un Gary Grant que se ha dejado el smoking en casa y ahora lucha por su patria.

El día empezó fenomenal cuando le dije a un taxista mi frase favorita: A Barajas, por favor- con cierta complacencia.

Somos cuatro. Tendremos que demostrar nuestra bondad y nuestra competencia.Veremos. Hay pelín de tensión sexual que no será resuelta.

ROTTERDAM
Rótterdam parece una ciudad triste y gris. Pero las cosas parecen ciertas y la vida dulce arrebata algo del carácter portuario a una ciudad portuaria. No la hemos sabido entender. Si vas a la zona del meollo, cerca del Dizzy y de los cofee shops te muestra su luz y su vigor urbano. Y sus sillas; de jackobsen pa´rriba en sus escaparates . Rótterdam tendrá que perdonarnos que no la sepamos valorar, como pasará con todas. No recuerdo la relación entre esta ciudad y Heidi.

Lo holandeses son muy guapos, me gustan mucho más que ellas, a las que intento hacer un chiste con la cuartilla holandesa pero no me sale. Ellos se quedaron a medio camino entre Alemania y el Mediterráneo y se nota cuando convergen en ese atractivo descuidado, algo inocuo para mi gusto, con cara de Neeskens y de Cruyff, a la vez y sin ningún antillano cerca.
Tengo cara de viajero cansado pero soy turista cansado porque no me gusta andar cuando no me apetece andar.

AMBERES

Como Rótterdam, Amberes lleva dentro su puerto con caras difíciles y gastadas y edificios ennegrecidos por la humedad y el smog.
En wikipedia pone que esta ciudad es básica en el Camino de Santiago. Encontramos la calle de los peregrinos mientras yo me enfado de tanto andar y gastar energía y humor.
Hoy vuelvo al tren. En esta estación soy ingerido junto a vagones y otras personas y me siento como Pinocho dentro de la ballena.
Suenan bocinas y las bicicletas se quedan en Holanda, y Bélgica es como estar en casa en casi todo lo malo.
No volveré para el rodaje, únicamente por motivos filosóficos.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Ya me estás contando que tiene que ver tu periplo holandés con el resto de tu vida audiovisual...
No se juega ahí la eurocopa?????
Besos, darling.
Marisa

6:49 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Y qué pinta Susana??
Llama al volver. Estoy en el paro oficialmente. Liberada. Tranquila. Con todo el verano por delante. Y nos debemos un japo de los buenos..

8:29 p. m.  

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