domingo, febrero 14, 2010

Las noches y los días

El día que la conocí me arrinconó y empezó a besarme sin más. Sacó su larga lengua y yo me dejé. Ayer pasó lo mismo, esta vez, contra una máquina de tabaco. Ni la primera vez ni ayer quiso venir a casa.
Ha venido hoy, con un ramo de mimosas, esta mañana. En el bolso llevaba la letra de una canción de Edith Piaf y la lista de los países del mundo con sus capitales. Le da rabia no sabérselas, me ha dicho.
Frente a un sandwich mixto me hablaba de un verso de Gil de Biedma abrazada como una perra enferma