jueves, enero 06, 2011

Suena la sirena de la niebla



Como el comesal era alicantino pensé en tener una deferencia con su lugar de origen. Valoré dos posibilidades: cometer un buen crimen tan propio de su tierra o hacer el cocido a banda. Para lo primero me faltaba infraestructura (armamento y tal) así que escogí la segunda opción. Es muy facil: simplemente se sacan los tropezones del cocido y se cortan en un plato aparte como si fueran para un niño. Después se devuelven a la perola y el cocido se come sin necesidad del engorroso cuchillo. Salio muy bueno y de postre me comí una naranja también alicantina. Además hice una carne con leche de coco muy hindú y me eché después una pequeña siesta.

Entre otras cosas de carácter cotidiano ayer también despedí a Fernando que regresa a New Orleans, recogí los cojines que me trajo Fer, me leí media novela de Kundera, escribí un buen folio de la mía, limpié a fondo mi fantástico pino melis, bajé a por tabaco, me tomé un gin tonic con dos californianas en el Why not, hablé por telefono con tres o cuatro personas a las que quiero y vi el piloto de Twin Peaks cuya primera línea de diálogo dice: suena la sirena de la niebla. Aún tuve tiempo de entablar una breve conversación con Mara de balcón a balcón.

Cuando me acosté, como casi todos los días, me asaltó esa sensación de no haber hecho nada en todo el día.

1 Comments:

Anonymous gárgara said...

¡que buena sorpresa fotologuera!

y que día más intenso el tuyo

y siento gran curiosidad por tu novela

buenas noches

1:08 a. m.  

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