jueves, diciembre 02, 2010

Luis Alberto de Cuenca es de derechas e hiperactivo, delicado y amigo de Sánchez Dragó. Escribe así

A todas las puertas: la que conduce al oro,
la que lleva al poder, la que esconde el misterio
del amor, la que oculta el secreto insondable
de la felicidad, la que te da la vida
para siempre en el gozo de una visión sublime.
Abre todas las puertas sin mostrarte curioso
ni prestar importancia a las manchas de sangre
que salpican los muros de las habitaciones
prohibidas, ni a las joyas que revisten los techos,
ni a los labios que buscan los tuyos en la sombra,
ni a la palabra santa que acecha en los umbrales.
Desesperadamente, civilizadamente,
conteniendo la risa, secándote las lágrimas,
en el borde del mundo, al final del camino,
oyendo cómo silban las balas enemigas
alrededor y cómo cantan los ruiseñores,
no lo dudes, hermano: abre todas las puertas.
Aunque nada haya dentro

2 Comments:

Blogger jmargen said...

Te leo con frecuencia aunque nunca te comente, pero la elección del texto me ha resultado muy cercana al tipo de cosas que me preocupan como son las puertas y las llaves.
Te adjunto un enlace a una reflexión personal sobre esas habitaciones prohibidas salpicadas de sangre a las que alude Cuenca evocando a Perrault
http://jmargen.blogspot.com/2007/12/no-abra-nunca-esa-puerta-bajo-ningn.html

11:21 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

que dice?

ays que solo recitarlo te deja sin aliento. Jos

pd: podrias llevarle algun dia mis fotocopias de acupuntura a Lu p.e o Gargara. Me dejo ver poco ...

1:16 a. m.  

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