jueves, noviembre 11, 2010

Otoño


Da el parte metereológico un cielo roto de otoño en Madrid con las nubes colgadas y rotas sobre el O Círculo O de Bellas Artes. Durará mientras lo haga este despensar de la tarde dulce de oporto y de jazz que balancea mis dedos y mi cuello al ritmo de la música del pasado y de ahora, de las historias de amor, que ni arrancan ni se cierran, con pellizcos de piel que están y que también se les esperan.
Hay una bolsa de naranjas tambien de otoño, un partido de tenis con frío, un foulard con olor ajeno y la luz electrica mezclada con el atardecer precoz. Un sabor a bisolvón, adormilado y tenue, como estaba lo tuyo,
lo nuestro.