domingo, octubre 28, 2012

El director del cine Doré

De vez en cuando, en la Filmoteca se puede ver cine mudo acompañado de un pianista en la sala. Es un placer. Hace tiempo que sé que los pianistas no cobran por ese trabajo, y los traductores simultáneos prácticamente tampoco. Músico y traductor son dos de las profesiones más cualificadas que conoczo y ocupan toda la vida de quienes las practican. Ayer, un tal Antonio Santamarina, director del cine Doré, en la presentación de una restauración de Murnau "se solidarizó con sus compañeros de la filmoteca valenciana, alguno de los cuales va a ser despedido". Hay que tener poca vergüenza para hacerse el comprometido progre teniendo a un pianista a tres metros al que no le paga y pagando una miseria a los traductores. En realidad, lo que hay que ser, es un auténtico capullo.