miércoles, agosto 17, 2005



M invita a cenar. Cuando la mesa está puesta te sientes como en una comunión de navarros de izquierdas. Siempre hay mucho de algo (ayer tabulé) y un poco de salmorejo distribuido en cálices, convertido ya en el fruto del amor que comparte con J. La terraza, al ser tan grande permite disfrutar de las cosa pequeñas, como ver a M descojonada, a P acoquetada, alguna hija del Liceo Francés y por su puesto algún british, french o similar. Si pones de tu parte pasan cosas y el ambiente es tan optimista como una canción de Supertramp. No es una casa; es un club, donde el hippismo, el diseño y el alcohol están medidos hasta la perfección. Cualquier día aparecerá Nails, el hermano de Frasier, y con esa timidez encantadora abrirá un botella de Burdeos mientras tropieza con uno de los invitados.

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Burdeos ¿Saenz?...

3:38 p. m.  
Blogger el que es como yo said...

Salmorejo y tabule... ya, cómo vendes glamour, Antón... cuando en realidad comísteis sardinas apestando todo el vecindario... todas esas pobres personas con sus ventanas abiertas por el calor y con mascarillas para aguantar el olor, por Dios!

5:08 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Y un perro que no pudo permanecer despierto despues de ingerir tres salchichas que el último british compró pensando que eran una esquisitez culinaria.
Y L que llegó a altísimos niveles de locuacidad gracias al alcohol hippimente abandonada en la alfombra de plástico de elevado diseño.

8:15 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Mucho glamour, mucho glamour, y un J. muy estirado. Que cualquiera diría.
Las sardinas buenísimas y oliendo a Chanel nº 5, todo un clásico.
El tabulé de escándalo, el salmorejo también y qué decir del vino?
Obviando la buena copa post-cena.
Pero lo más destacable fue la grata compañía, por supuesto y que ni decirse tiene.
¡TIRÉMONOS FLORES!!!

8:27 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home