lunes, diciembre 24, 2012

Nochebuena 19'45


Ni una luz encendida. Desde mi balcón, a las siete y media, todo es noche. No hay reflejos de un pino centelleante que se escape entre las persianas, ni el lloriqueo de un niño, nadie por la calle, ni asomado al balcón de los fumadores. Ni abuelas orgullosas de su descendencia ni bromas sobre el turron duro, ni cuñadas peleando por la mejor receta. El fin del mundo maya ha llegado a este barrio. Me gusta. 
Seré el último en apagar. Cuando lo haga, Chueca se declarará en bancarrota en el mercado navideño.