sábado noche
El Dorian Club es el mejor sitio que conozco en Madrid; no solo porque se puede fumar. El espacio es insuperable y David Fernández ha encontrado su camino como concertista a los mandos de un violonchelo eléctrico. El ambiente es mayoritariamente femenino. Una nube de cuarentañeras pululan por ahí, hijas de la burguesía madrileña, con varios diviorcios a sus espaldas y algunos hijos sueltos.
Cuando terminó el concierto la lluvia caía más vertical que nunca. Acabamos en el antiguo Mito, que ahora es un pub donde se puede beber, hablar y bailar y la gente se relaciona facilmente.
1 Comments:
La de noches que acabé en el Mito cuando era un tugurio, ¿ha cambiado?
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