jueves, marzo 14, 2013

Miercoles 19'00. Revisión de implante.

Tengo un implantólogo aparentemente tímido, dulce y taciturno. Tiene una voz delicada y generalmente no me da la mano cuando entro en su consulta. Mi amigo Javier Sam... es muy parecido aunque es capaz de convertirse en un misil tierra aire en apenas unas décimas de segundo. Me llevo bien con los dos pero hablaré del dentista.
Ayer, tras las preguntas de rigor sobre encías y molestias o sobre circatrizaciones del tornillo le miré a los ojos y le dije. ¿Y tú? ¿Cómo estás tú? Porque  todo el día estás preguntando a los demás y seguro que a ti nadie te pregunta. Él balbuceó y reconoció muy colorado que a los médicos nadie les pregunta como están (y dejaba un rastro de ternura en su tartamudeo y de descubrimiento de algo importante en su vida). Yo le miré y empezó a decir tópicos sobre estos tiempos, sobre los doctores y sobre más cosas completamente aturdido y desenfocado.
Así estuvo un rato más.
Fue entrañable.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Tú sí que eres entrañable

10:22 a. m.  
Anonymous gárgara said...

descolocando al dentista, ¡qué bonita escena!

10:57 p. m.  

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