miércoles, marzo 13, 2013

Mishima

 
El museo del Aire tiene un nombre bonito y muchos aviones coloridos con sus hélices de madera, hangares y conserjes. Es un buen plan para un día soleado y frío, aunque el viento se parece al zaragozano.
 
El MOSMA es muy feo por fuera y confortable por dentro, con ese aire catalán de cosa hecha con pretenciones y sin resultados y con una escalera -dice Manuel- de una forma tan caprichosa que resulta irritante. Lo mejor de la exposición Pop Politic es el título.

Mishima parece la típica persona que cree que la vida le debe algo. No he podido terminar Confesiones de una máscara. Él me cae mal. No obstante: el invierno del año 20 de la era de Showa fue largo. A pesar de la llegada silenciosa, como las pisadas de un leopardo, de la primavera, el invierno, con la fuerza sombría de una jaula de hierro, seguía cerrándole el paso. A la luz de las estrellas, todavía brillaba el hielo en la calle.

Buenas noches.