jueves, junio 16, 2005

¡Viva la subordinada!


Como Gregor Samsa parece que las monedas que arrojé sin fe a la Fontana de Trevi han metamorfoseado y han ocupado las cajitas de mi cuerpo y de mi coco, y se han convertido en substancias benefactoras de tal modo que no necesito más de ninguna, acaso menos. ¿Y cómo hilar esto con los problemas de mi esfínter, auténtico eje sobre el que se substentan dichas cajitas? Lo último sobre tan noble órgano es que somatizo con el cólom. Así que para completar el delirio elijo la locura de Luis Eduardo Aute antes de su cruzada anti tabaco y la imagen de Sidney, que sí que era bueno.

6 Comments:

Blogger Pedro Valdés said...

no se por qué siempre somatizamos con los bajos, tu con tu esfinter (anal) yo con mi pis con calcio enriquecido que hace que me mee por las esquinas

8:52 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Sidney da pena.
Es de cuando la cuota de negros en hollywood era de 1. Y aunque Sidney vino antes me recuerda a Denzel, que es como el peor de los de allá pero que en negro.
(Por criticar)

11:01 a. m.  
Blogger Andrea said...

Lo mejor de tirar monedas a una fuente, es tirarlas en sitios donde no hay tradición, ni leyenda. Es impresionante ver como hay gente que sólo por ver que tú lo haces, lanza la moneda piediendo un deseo.¿Por qué? ¿Tan borregos somos?

5:11 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

qué buena idea para nuestro juego de hoy: la longaniza... de Graus, y la Fontana....

1:46 a. m.  
Blogger anTón said...

Bienvenido Today a la urbe blogosférica

5:38 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

gracias por la bienvenida personalizada, esto parece un hotel de lujo. me abra la cama por favor...

11:53 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home