lunes, julio 04, 2005



Teníamos sólo un libro para los dos. Lo compartimos, claro. Ensayo sobre la ceguera. Durante cinco días andaba el libro de mesa en mesa con los dos marquitas separadoras y, los dos poníamos cuidado en que el sepàrador del otro no se cayera. Luego le puse unos cascos y los conecté al portátil para que viera la quinta temporada de Sex en the city. Cuando terminaba un capítulo yo le ponía el siguiente. Era -me dijo- la vez que más cerca había estado cerca de un ordenador.

Parece mentira que compartir dos gustos tan discriminatorios no nos sirviese para nada. Estar con mi madre sigue siendo un infierno.

7 Comments:

Blogger Andrea said...

No estuviste acertado. La quinta temporada es la peor.

7:49 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¿Lee tu madre tu Flog?
O la tratas con esa dureza también en directo.
La plaza de las sardinas ... Nunca la he llamado asi.

8:24 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Cualquier cosa que diga aquí sería meter las narices donde no debo.

Callo por obligación, que este post es de respeto...y de silencio

Pico

10:46 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Eso lo dices porque no eres madre, pero ya te tocará, ya. Andrea, bonita, es cierto que la quinta temporada es la peor. Y Saramago en ese libro plagia a La guerra de los mundos. nadie sabe por qué viene y se va la ceguera como nadie sabe por qué invaden la tierra y por qué se mueren sólos.Por cierto que Spielberg ha hecho una puta mierda de película. Es como si Picasso hiciera un burruño: sería un Picasso, pero no dejaría de ser un burruño.

10:52 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

SI HICIESES LO MISMO CON UNA PIVA ESTUPENDA?

11:11 a. m.  
Blogger Pedro Valdés said...

es que esas cosas no son para compartirlas con las madres

11:32 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

....¿Ella opina lo mismo?

12:52 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home