jueves, noviembre 19, 2009

biografía para catálogo

Es treintañero desde los veinte pero nunca llegará a cuarentón. No tiene asuntos pendientes, nada por solucionar, ni crisis por venir, ni queja que formular. Por eso es eternamente joven y maduro. Palabra a palabra, con sencillez, se mueve cómodo por la vida.

Fue él quien inventó la heterosexualidad sensible, la dulzura de barrio, las buenas maneras de colegio público. A veces desatornilla su cerebro y como si fuera un disco duro externo lo coloca en un carrito de la compra; entonces, en lugar de vivir, sólo transita. Pero otras veces se levanta los párpados sujetándolos con un gato hidráulico para que la pupila trabaje durante todo el día y toda la noche. Entonces, en esos días, se cansa y en la madrugada hay que taponarle la boca porque pierde el norte de tan cansado que está de mirar y decir. Todo lo visto lo coloca junto con su cerebro en ese carrito imaginario, invisible y cargado, y en cualquier momento, tira de ahí para saber de qué va la vida, cómo son sus reglas y qué son las personas. Esa sabiduría que viene del azar de su mirada es la que le permite fotografiar lo que no se ve pero sí se siente.

Anda por ahí, dejando atrás la bohemia para insertarse en el confort de una familia estructurada alejado del malditismo al que su cabeza, de tan duro que juega le quiere llevar a veces aunque él no necesita entrar. No cambia la vida por la fotografía y hace bien, pero jamás se traicionó ante un encargo. Se sabe. Camina cómodo entre portadas, dominicales y autorías y en cada sesión da tal espectáculo que cualquier celebriti se iría con él a cualquier parte; pero él no se las lleva. Se va. De tanto fijarse en los detalles, a veces pierde la panorámica y no ve la vida en su conjunto y ese pérdida de perspectiva es dónde aparece un niño torpe, perdido, entrañable, humano.

Espero que la vida le ponga más zancadillas para que no se conforme con lo que tiene. A sus fotos les vendrían bien algo de odio, de rencor, de resentimiento con la vida, pero de eso no tiene. Pierde la obra pero ganamos sus amigos.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

se llama jero? nimo

10:13 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo creo que eres tú mismo.

1:01 p. m.  
Anonymous gárgara said...

bello semblante, pardiez

¿seremos vecinos en breve?
me encantaría tenerte por vecino

9:28 p. m.  

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