miércoles, noviembre 18, 2009

¿por qué nadie se desnuda en las fiestas?

Andrea me pregunta si entiendo y luego me enseña cómo se baila en Auckland. Antes le llevo al Nike lugar donde los adolescentes homosexuales se exhiben como lo hacíamos nosotros a base de punterazos y balones de marca. Hay una bolsa de corn flakes tamaño familiar en un banco sin mendigo. Hay un par de polvos pendientes, un cocido congelado, un poema de Villena que no entiendo. Dostoiesvki habla del subsuelo, veo un viaje a Madeira que espero que traiga cola, un piso nuevo y, deaxin a deaxin, voy encontrando el sosiego. Me gusta más la farmacéutica que el psiquiatra, claro, y disfruto de su posición dominante.
Todo lo he hecho, todo lo he vivido. Si tuviera fuerzas me pondría a llorar. Se despide de ustedes, Roberto Bolaño