jueves, mayo 10, 2012

Las cosas...

Ella le llevó flores a él y él le compró un cepillo de dientes para guardar en su casa. Así es como se dijeron lo mismo mientras sus miradas resbalaron por los cuerpos mutuos y gotearon y encharcaron las alfombras del presente con lágrimas de amor espeso poco antes de fundirse, de solapar sus pisadas, de converger los caminos. Difundieron lo suyo con un megáfono desentrenado y grave que expelía alaridos de humo y dejaba su huella sobre el silencio azul.

Entonces, todavía no sabían lo que mucho que se amaban.