martes, mayo 19, 2009

Mi coche y yo (Al otro lado de Las Negras)


Ambos disfrutamos de una salud excelente. Sin aludir a la edad. Pero de vez en cuando nos quejamos. Ayer fue él quien lo hizo, pero en el taller de San Isidro enseguida han dicho eso de bah noesh ná. Se ha soltao un poco y nah más. Son die euro. Para celebrarlo le he comprado una par de altavoces nuevos para escuchar a La Lupe y a Portishead por la comarcales almerienses. Y no sólo eso: también he seguido los consejos de una de las cuatro frescas con las que pasé un fin de semana hermoso y nos hemos ido (mi coche y yo) a Aguamarga a leer El País. Crecidos en la victoria y con ganas de dejar más kilómetros a nuestros pies, llegamos después a Carboneras para vsitar (él no ha entrado) el Hotel Dorado donde años atrás se alojaban losingenieros que trabajaban en la mina de Rodalquilar como el padre de Gárgara y los Charlton Hestons que venían a rodar desiertos como westerns.

Antes de llegar nos habíamos fijado en el dedo de una autoestopista hippie y la hemos subido. Ella no quiso jugar. Vivía en san Marcos, pueblo ocupado en la orilla del mar. Su olor a sudor no encajaba para alguien que vive a unos metros del agua. Pero el problema estaba en sus pies cuyos efluvios casi perforan la junta de la culata (y de la mía). La dejamos en Campohermoso, donde iba a comprar carne. Una experiencia okupa faltará siempre en mi biografía. Y se siente.

En el camino de vuelta hemos encontrado un Mercadona, lugar donde jamás entré pese a su buena reputación. El coche quería que entrase a comprar un pack 12 de agua Solans de Cabras, de bonito envase y mejor sabor. Pero no me ha apetecido así que se ha dado el día por suficiente dejando para esta noche la guinda de cada día: El retrato de una dama que da consejos como este a su protagonista y mí mismo: vive como más te agrade, que tu carácter se irá haciendo él sólo poco a poco. A ti te conviene casi todo; las excepciones son muy pocas y disponer de una buena renta no es una de ellas. Luego añadió-: Tienes demasiada capacidad para pensar y, sobre todo, demasiada conciencia. Es increíble la cantidad de cosas que te parecen mal. Purga tu fiebre, abre las alas y levanta el vuelo, que no hay nada malo en ello

2 Comments:

Anonymous gargara said...

envidiable jornada
y muy buen consejo

7:13 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

!Pues vamos y que nos aconseje tb a nosotros! Tras Devorar mi tierra los que puedan y despues vamos, tb mi pendulo, muerdago y yo.

1:24 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home