viernes, abril 22, 2011

El whiski furtivo de los solteros


Nunca he padecido la soledad. Sólo, a veces, la falta de compañeros de viaje. Hay días que enciendes una vela de vainilla, fríes unos cuantos escalopes y lavas por fin las fundas del sofá. Entonces se te cruza Blas con su trabajo fino de taladro y su nihilismo fiel o Rodrigo García, que rueda la soledad femenina de la gran ciudad con personajes estropeados que reclaman; que hacen mi mismo trayecto con destinos erróneos y miedo.

Entonces te sientes más vivo que nadie y disfrutas tantas entradas y tantas salida (ésta) de una biografía constante y cierta y mientras ves Madre e hija te deslizas en dirección a la botella de Dewars descalzo y silencioso jugando a que no te está viendo nadie. Y piensas en lo que ha vivido R.García y la suerte que tiene de eso y de tener una canal -abierto- donde soltarlo.

Vas al vagón cafetería y lees en las memorias de Bergman: los recién casados dan la impresión de tener concienciade que son gente acomodada: hemos adotado nuestros papeles y estamos dispuestos a representarlos.

Y con el whiski en la mano, dejas el libro, apagas el disco duro y ya en la cama piensas: nada une tanto como el estado civil (bueno sí, el desequilibrio)

1 Comments:

Blogger fer said...

pues tu y yo "LOCTITE" puro

5:58 p. m.  

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