jueves, abril 14, 2011

Mi plaza

El protagonista de Modiano dejaba atrás todo cuanto constituye el encanto artificial de una estación termal, todo ese ramplón decorado de opereta en donde acaba por dormirse de tristeza un pachá egipcio muy viejo y en el exilio.

Tengo delante el encanto ultraurbano de Chueca donde uno es incapaz de leer ante los sonidos de la plaza, el de patinadores adolescentes, el rumor de un transexual que habla en bajo con un morito, los tacones de un ejecutiva que vive por aquí y se siente cómoda fuera de la agresividad heterosexual, el suave pisar del último dandy con pañuelo que sale de caza. En silencio, tres currantes apuran su licor de hierbas hartos de curro y vacíos de futuro, un par de mariliendres no miran a nadie y caminan torpemente firmes y ridículas. Y yo, que me estremezco con novelas de personajes que toman dry martini o camparis en el Excelsior, el Hotel Continental, L´Hermitage, el Savoy o el Negresco.

Como dice Javier, una pulga que piensa que su pueblo o su barrio le queda pequeño.

1 Comments:

Blogger El Arruga said...

mucha pulga!

1:34 a. m.  

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