miércoles, julio 25, 2012

Daño

Tengo una gran capacidad de hacer daño a la gente que nunca empleo. Pero a veces, ocurre. De manera totalmete involuntaria inflijo dolor y esa sensación de culpa me abre en canal la zona del pecho y se me llena de babosas y algunos insectos voladores que se suben hasta el cerebro y asoman por los ojos tapando las lágrimas que deberían caer.
De todas las sensaciones que conozco es la peor. 
Prefiero mil veces me lo hagan.

No tengo claro si ha ocurrido últimamente.