jueves, julio 19, 2012

Lbi


Llevaba también, en la cabeza, el hervor de la nostalgia por lo no sucedido, el burbujeo ansioso de los acontecimientos no escritos y la sensación de que una bolita había girado alrededor de la ruleta de su biografía y que no había caído en el número al que había apostado. Esa era la razón por la que estaba en su coche tragando kilómetros de regreso con carteles que indicaban “Madrid” retumbando en su mirada. En cierto modo era una  ficha de parchís que volvía a su casa como  penitencia por haber sacado tres seises seguidos.
Estaba huyendo de su propia huida y ella lo sabía.