martes, julio 31, 2012

El viaje a alguna parte

Tras este julio turbulento lleno de caminos en espiral que van a morir al mar lo mejor ha sido, sin duda, las sandías sin pepitas. Creo que el diseñador genético estuvo "sembrado". No así (me entero tarde) Hooper, que parece que los únicos cuadros interesantes que tenía eran los que ya conocía.

Cuando la necesidad se convierte en apetencia y el pánico ante lo inconcluso en el dulce sueño de una noche de verano se está en condiciones de viajar y pisar en un mismo viaje Europa, Asia y África. De los 22 países en los que he puesto el pie, en más de 15 lo hice tras un desencanto sentimental. Steve Jobs se lo hubiera pasado pipa desarrollando con mis viajes su idea de los puntos comunicantes.

Me gusta el pasaporte inmunológico. Dará a mi equipaje un aspecto exótico-aventurero al que también acompañarán una pulsera anti mosquitos y unas bolsas de plástico especiales donde proteger de las aguas turbulentas aquellos objetos que no pueden mojarse, justo hoy que, mientras veía un partido, he deseado ser jugadora de waterpolo.

He vuelto a facebook. Tras dos meses de baja, echo de menos su información filtrada y las oportunidades que ofrece de varios tipos.