miércoles, septiembre 12, 2012

Capitulo 1


Aunque últimamente le asustaban los ruidos, los propios y los ajenos, se movía por la casa a oscuras mejor que por el día. La persianas del dormitorio rajaban la luz blanca que llegaba de algun neón trasnochador. De la calle subían susurros de preuniversitarios tirando del carro del amor lozano, jóvenes llenos de autoestima, con las pieles frescas y  poco futuro que estiraban la noche para conseguir un idilio breve y terminar en un parque metiendo mano a una persona cuyo nombre no recordarían dentro de dos años. 
Se le había metido la noche dentro y lo había hecho con la rabia y ansiedad que lo hace cuando las dudas se convierten en desequilibrio. Escuchó ruidos nuevos, mezclados con los de él. Las tablas de la tarima seca crujieron  en su camino hasta la nevera que dejó abierta para iluminar la cocina y, si podía ser, algo más. Se había despertado tres veces antes de salir de la cama uniendo su ajetreo al nocturno, con la sensacion de que algo estaba a punto de ocurrir. Se quitó el camisón y con él también se fueron las ganas de estar ahí, en esa cama ocupada. El carrillón le pareció un megáfono mudo que intentaba transmitirle un mensaje. Se ajetreó. Se volvió a vestir, esta vez con una camiseta que andaba por ahí. Habría puesto la televisión pero tuvo miedo del sonido, de molestarse a sí misma, de encontrar en la pantalla el reflejo de su desasosiego.
Fumar era lo más fácil pero hasta el clic del mechero le resultaba insoportable.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Me encanta este arranque. ¿Hay más?. Welin

4:18 p. m.  

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