martes, septiembre 18, 2012

Una jornada particular



Los dos están desesperados: Mastroiani porque es marica en tiempos de Mussolini, y Sofía Loren de tanto hijo y tanta vulgaridad. Ella está tan hastiada de su vida, tan absolutamente necesitada que fuerza la situación y  le hace el amor. Él se deja porque sabe lo que es sentirse como se siente ella. Es el polvo mas horrible que he visto; el más generoso también. Yo podría haberme dejado como hace él por pura compasión y espero que llegado el momento, si tengo que pasar por el feo trance de extrema necesidad sexual o afectiva, la persona  que pase por ahí, se compadezca de mí. Porque la necesidad y el deseo no son vergonzosas.

1 Comments:

Anonymous Kakahueta said...

Cuando Pensábamos que España no podía ir peor, va el rey y abre un blog.
(el jueves)

2:26 p. m.  

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