martes, mayo 28, 2013

días rebosantes


Vi un señor tomar un  café con pinta de buena persona, su maletín de cuero cargado de muestras, que leía un periódico a mitad de la mañana. Dejó el local y sentí la necesidad de hacer algo por él, aunque igual no necesitaba nada. Vi sus gafas olvidadas y salí corriendo por la calle sagasta: ¡señor, señor! Se las dí y fui feliz. Fui feliz también en la junta de distrito de centro. Atienden al público una china y un marroquí.

Llegué a Paul Klee, demasiadas rectas para mi poco fuelle. Si estás cansado valen más unas palabras de Jesus Ferrero (existir/vivir) que unos colores de la Bauhaus. A Savater, contertulio de profesión, no le encuentras un gramo de literatura en su sangre, estés cansado o no.

Escuché después a Amancio Prada que siempre me recuerda a Omar, amigo, ex amigo y cadáver ya hasta en mi memoria. La vida es un rodillo que tampoco respeta las muertes ajenas. Supongo que la propia, sí.

1 Comments:

Anonymous Jesús Ferrero said...

Hola, Antón, fue un placer encontrarnos el día que comentas. Las risas de siempre, los comentarios oblicuos, el vino, los cigarrillos clandestinos, la noche de Madrid, candente hasta cuando está fría. A partir de ahora voy a seguir fielmente tu blog. Un abrazo, gran amigo.

10:50 a. m.  

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