El pianista

Cansado de comunicarse de manera verbal se aisló del mundo como aquel personaje de Paris Texas y dejó de hablar. Apareció en Inglaterra perdido como lo está cualquiera que anda rodeado de vulgaridad. Como no tenía aspecto de vagabundo le recogieron, le dieron un papel y un bolígrafo y supongo que también le pusieron la cabeza como un bombo para que escribiera algo. Al final parece que pintó una bandera de Suecia y un piano de cola. El capitalismo occidental, experto en la relaciones de consecuencia, lo tuvo claro: era un músico sueco. Seguramente es alguien que, harto de las relaciones verbales, el único código que le interesa es el de las corcheas y semicorcheas. La historia la conocéis todos. La pregunta es ¿qué hubieras pintado tú?
6 Comments:
Un pollo frito
Un corazón.
Siempre pinto corazones. Infantiles y gordos, con ventrículos metidos en corsé.
Sí, lo se, hasta un psicologo de barrio se reiría, pero pinto corazones.
Corazones inconscientes. Sin querer. Pidiendo que me quieran
Muy previsible. Estoy entre una botella de white label y una polla. Welin.
Pintaría muy poco. Ése es mi sino
Pintaría un bocadillo de calamares con mahonesa (o es mayonesa?) pero como yo dibujo muy mal y los ingleses son imbéciles me quedaría con las ganas.
Ah! Ya veo amigo mío que la censura cabalga desbocada...
LAS PAREDES DE MI NUEVA CASA. AMARILLO SAHAR EL SALÓN, VERDE LA HABITACIÓN PEQUEÑA Y AZUL IBIZA MI CUARO. DIVINO!!!!!
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