martes, mayo 29, 2012

herrores


Hace mucho tiempo que me gusta Vila-Matas. En Dublinesca escribe  cosas como  cuando oscurece todos necesitamos a alguien; la sedante ordinariez de lo cotidiano; los viajes más misteriosos van hacia el interior; el ritmo gris de lo prosaico; de los barrios mentales... Escribe también  de esos desesperados de aire romántico, siempre solitarios, sonábulos bajo la lluvia, siempre andando por carreteras prohibida. Creo que tiene una insoportable conciencia de escritor y habita en  la vanidad de la desolación. El protagonista tiene 60 años. Muestra, como si fuera un oráculo, cómo será mi vida a los sesenta si cometo algún error.

Nick Nolte en Aflicción, comete un par de errores pequeños. Su vida estaba más o menos bien canalizada y, a los 50, la caga. No es una gran cagada. Pero se le va todo a la mierda. Creo que  partir de los 40 el margen de error se estrecha y las consecuencias son irreparables.

Otro oráculo, pero del presente es Miguel Ángel Cárcano: realizador, director, autor, guionista y persona representa un par de obras estupendas en salas off de Madrid donde no comete errores. Tiene algo de Woody Allen en sus diálogos y de Ed Wood en el resto. Lo recomiendo.

1 Comments:

Blogger Teresa Maldonado said...

Hola, Antón, sí, Vila-Matas es un escritor interesante aunque puede resultar algo pretencioso con tanta cita y tanto narcisismo pero uno acaba identificándose con sus neurosis.

Palco de la Sevigne

6:08 p. m.  

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