martes, junio 05, 2012

La abuela del amor


Una señora sin barbilla ha dejado el sitio libre. Detrás, entre el ronroneo autobusero, una abuela habla de fútbol con su nieto: de Torres, de Iniesta. La abuela parece llevar años de amor compartido con su marido, que será, supongo, aficionado al fútbol y a las mujeres bondadosas. Sé que el abuelo  vive porque ella va de rosa. Ahora, una adolescente sin barbilla ha ocupado el sitio de la señora sin barbilla que bajó en Ríos Rosas.
Si esta secuencia la hubiese rodado Cassavettes habría emborrachado a los personajes y ya estarían gritando, como en Faces, tercera película consecutiva que no me apetece terminar de este director.
Antes de bajarme en Colón, pienso con algo de pena, en los amigos sin uso. 
Al llegar a casa, viendo el puñito apretado de Sharapova, el eje de su alma,  me entran unas enormes ganas de vivir.