viernes, enero 20, 2006

luces


Enciende la luz de mi desayuno el gran Carlos Boyero, con quien compartí whiskies y alguna cosa más, un día de otra época. Afirma que no ha visto muchedumbres a la puerta del Archivo de Salamanca con familias esperando pasar el día revisando la historia. También da una lección sobre lo absurdo de la dignidad que supongo que es lo que hay que despojarse una vez que te quitas el orgullo. El frutero que pone Mozart no abre tampoco hoy y son las 11. Sus naranjas son malas. Da igual. A un frutero se la caza a la primera. Sin ningún género de dudas. Hoy es San Sebastián. Al único que conozco es al que salía en Heidi y al hijo de Katherin Hepburn en De repente...En el coche subo las persianas y entra la luz de Sky que así se llama la ex de Morcheeba que ilumina el atasco que no me importa pasar en su compañía. Más luz en el trabajo, en las mallas de la terremoto de Alcorcón. ¡Uff! cómo se agradecen este tipo de cosas. Como el fabuloso juego que propone gussanita y que no he tenido tiempo para hacer hoy.
Ayer prometí que jamás volvería a tirar una colilla al suelo. Lo he cumplido, como cuando prometí no comer más en un chino. Ése es el nivel de retos que mi frágil voluntad puede permitirse

4 Comments:

Blogger elnaveiras said...

¿frutero que pone a Mozart? mooosquis!

1:28 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

mmmm yo desde la lay secadehumos las tiro aposta, con saña, aunque se que lo cívico es lo que tu haces

9:38 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

hoy me han echado la bronca por fumar en un sitio publico... ¡¡¡¡en el estanco, mientras compraba tabaco!!!

9:39 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Cada vez estás más fino. Y esto sólo es el principio... se acerca el día de tu cumpleaños. Que tiemble Azca, por lo pronto.

1:37 a. m.  

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