Padrón

Me he empadronado aquí.
Es mi primera vez.
Espero que me dé libertad y sosiego.

sábados

Lucía nos invita a la fiesta presentación de su magnifico ejemplar, humano y bello y todos disfrutamos en otra fiesta madrieña, de acentos imprecisos, heterosexual y fraterna con guacamole casero y tortila comprada hasta que me canso de estar de pie y de la incomunicación. Anda Jero a la salida, liberado en soledad y contando historias a cualquier improvisado auditorio a las tres de la mañana en tugurio cercano y conocido. Los sábados, sábados son. Llego con mi paraguas cerrado a esta casa generosa y pacífica.

Me recuerda Nieves en lunes que en A single man dice Demi Moore: mi pasado es mi futuro porque soy mujer. Sería penoso que fuese así. No lo sé porque soy hombre y mi futuro está más en las elecciones que en los recuerdos.

Me vendría bien algo de Hooper, de Arthur Miller, de sol, de tenis, de sexo suave, de trabajo, de sentirme pertenecer a un equipo.

Manjares

Luisa nos cocina manjarosos calzots y sólo ella es capaz de traer desde Tarragona prensa catalana para la envoltura. Los Ortiz nos reciben en su elegante lata de lujoso atún y en el viaje de vuelta alguien pregunta ¿Lina Morgan murió?. -Para nosotros sí, responde Marcos tras un silencio.

Luego hay reencuentro zaragozano-madrileño en el que los minutos siempre están contados por las esposas que Guille y Nacho llevan puestas con holgura. Aún así da para todo, más manjares, charla dulce y gratis al otro lado de la Castellana.

Y luego estás tú, entreabierta; también a mí me gustaría saberte, saborearte.