jueves, octubre 29, 2009

A mi cabecita le han dado las notas

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Ha suspendido en Pensamientos Obsesivos y en Tendencia a la Inestabilidad. Dice que estos suspensos vienen de la adolescencia. En Aislamiento tiene que mejorar y ha aprobado en Adicciones así que a partir de hoy me tomaré cuatro pastillas diarias. Me tengo que comprar un libro que se llama Frominol. En diez días mejoraré y en ocho meses paso de curso.
El profe me ha caído bien y me ha preguntado que por qué no escribo.

miércoles, octubre 28, 2009

Dimitra

Si desayunas en la biblioteca nacional, comes en la moraleja y cenas en Lavapiés supongo que es por que el día reservaba algo especial. Porque necesitaba que mis ojos se aclarasen y viesen sólo belleza en la oficinistas de recoletos, fumadoras y arregladitas. Porque ante las galeristas portuguesas y las discretas burguesas de capital derramaría lágrimas de eros como un sansebastián perforado por las felchas de los bellos guías del Thyssen. Porque en la comida, seguramente, estaba llamado a encontrar un espejo reluciente de mi mejor parte y Welin de la mía. Y sobre todo, porque en una cita entre buenos amigos aparecería ella, Dimitra, a mis nuevos ojos clareados donde las pupilas navegan entre mares cristalinos y ciertos hasta salirse de sus cuencas y entrar en el terreno de de las luces tan blancas que devuelvan la mirada a un ciego librándole así del castigo de la ceguera

Dimitra, la mujer griega a la que me entregué con todo y con ganas y quise ver en ella el fulgor de un ligue verdadero que te lleva de lao a lao si ella te deja. En esa hermosura mediterránea me dejé ir; porque el día estaba para eso, el lugar y la mujer adecuada y quise pensar que ella se estaba dando cuenta, de manera demasiado rápida, demasiado lenta.

Será ella si lo hubiera sido.

miércoles, octubre 21, 2009

Labios

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Llueve a muerte.

En la cama, hundido en colchón y ansiedad, oigo a los cuchillos de la lluvia contra la ventana, que acristalan el agua caída sobre el patio de luces vacío y reluciente. Mientras, pienso:
¿Y si un día de estos voy y te beso? ¿que pasaría? ¿Y si nos dejamos de mirar en pasiva, y de jugar a que hablamos de todo, con nuestros bagajes propios y también con los compartidos? ¿Que dirías si mañana voy y te beso en los morros? ¿Has pensado en unos labios dibujados por una mano de Escher que se animan y animan y se animan un poco más no-de-lo-mismo? No lo voy a hacer; de momento no dibujaré con mis labios una línea de metro del color del arco iris. No sobre tu rostro.
¿Qué te crees? ¿Que voy a hacerlo?
Lo estoy pensando.

martes, octubre 20, 2009

When actitudes become form

En la Bardemcilla ya se puede fumar, motivo por el que vuelvo y la camarera que, de tan mala que es, es buena me pregunta si me he retirado de la mala vida. Tiene las dos tetas de siempre y ese esquivar de la gente corta de autoestima y con el cutis desgastado de genética y fragores. Ente plato y plato J. me dice que en el mometo en que en un bar le reconocen, deja inmediatamente de ir y luego, en el segundo, entre pijotas añade que los psicólogos siempre han tenido complejo de inferioridad.

Luego pienso en en los lugares de trabajo que frecuento, que parecen más centrales eléctricas que lugares experimentales, expansivos y cambiantes donde la organización del espacio y de los objetos deben retar la capacidad mental y física de los participantes permitiéndoles fluir por un espacio y un tiempo generadores de un disfrute tan pasivo como activo. Están llenos de personas, rémoras para el arte, que se creen soles y sólo son meteoritos errantes a los que nadie, en el fondo, presta atención. Humillan pero no queman y finalmente siempre son ellos los humillados, pateados y escupidos, execrados y mutilados, humillados de verdad.

Marcos me cuenta cómo se hace un aeropuerto, Guillermo habla de lo sensible del mercado financiero y de las decisiones humanas que lo albergan. Jesús cuadricula los versos de Elliot. Manu recuerda los esfuerzos que su mujer olvida. Carmelo siempre de paso. Camino quiere opositar. Fer volando, Paco anda por ahí. Germán llora y un montón de gente se encadena a sus hijos aferrándose a los barrotes de una prisión que le evite su capacidad de respuesta.

¿Qué será de todos nosotros, las buenas personas?

jueves, octubre 01, 2009

Vías cruzadas


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Tras la jornada laboral la carrete
ra de Burgos, me baja el ritmo a base de atascos a la vez que Radio 3 hace sugerencias y fumo y fumo, ventanilla abajo, y una botella de Solans de Cabras refresca mi lengua y mi espíritu.Voy pensando en la perolita de gazpacho que hay en la nevera cuando paso por las torres de Florentino -a las que vi crecer y tienen su gracia- poco antes de que mi coche desemboque en la exigente emetreinta donde la gente se cuela y recuela cada vez con más gracia y mejor humor.
Me cruzan la Castellana las peatonas en perpendicular, con sus trajes de chaqueta y sus móviles a mano, recién bajadas de las torres baratas de Azca, todavía impecables y soy incapaz de adivinar en qué están pensando. Giro por Marqués de Riscal, magnífico vino y mejor calle y tengo tiempo de llegar con las largas hasta la puerta de la frutería todavía abierta y puedo hasta despreciar la entrada y no entro (aunque podría).
La casa esta de otoño, con restos de los zumos de la mañana de naranjas que no llegaron a tiempo. Escucho a Anthony, aprovecho para leer lo que no puedo leer a la vista de todos en el trabajo (el as), miro por la ventana, hago cacas, hablo con buena gente, planeo mañana, me tomo un vino blanco...y ya está.

Que no crezcan nunca los enanos