La gente odia Azca. Pero yo me siento de ahí.
Chamberí es carca, como pronto lo será La Latina. En Chamberí son ricos y feos y en La Latina, guapos y pobres (muchos de ellos cortometrajistas). En realidad no me gusta ninguno de los dos barrios. Me gusta Azca, frío, oficinista, higiénico y urbano. Me gustan Piamonte y Orellana pero son demasiado obvias y detesto la calle Argumosa que, en ocasiones, se convierte en la cara B del fascimo. Me gusta San Francisco de Sales, sólo porque me trae buenos recuerdos y nunca volveré a Valdebernardo. A Chueca voy continuamente y me gusta sentirme de visita. Lavapiés, ni lo contemplo. La calle Santa Isabel siempre me pareció muy simpática mientras que Martín de los Heros me parece bastante sexy. ¿Y qué me dices de la calle Alcalá a la altura del 300 y más? Realmente entretenida. La calle Fomento es quizá la calle más tonta del mundo. En el Monopoly, la Carrera de Jerónimo daba mucho juego aunque yo era más de comprar estaciones. Por cierto, la estación del Norte parece que está a punto de salir de viaje en el próximo talgo.
Echo de menos un chino cerca de casa, pero no me gusta la fruta que venden. Me vendría bien una panadería aunque estoy dejando el pan y ya no aspiro a tener un mercado cerca, aunque lo tengo. Me falta una cafetería que suene a porcelana mañanera y no huela a tortilla de patata en ciernes. Un Rodilla sería fantástico poorque el vips ya no es ni bohemio ni operativo.
Esto es un poco lo que quería decir.