jueves, diciembre 29, 2011

Confesiones antes de las campanadas

Creo que bebo demasiado, que a veces, la soledad, extenúa, que cada vez tengo menos amigos y peores, que posiblemente consiga todo lo que me proponga en lo que queda de vida; creo que de vez en cuando me gusta hacer daño a la gente, que me podría comer cinco escalopes seguidos y dos docenas de albóndigas con tomate orlando; creo que no tengo miedo a la muerte y que el pasado se convertira en futuro sin darme cuenta.

Creo que fin de año es buen momento para tirar todos los calzoncillos y las especias, pero no lo haré. Creo que soy tan intolerante con los perros como es la gente con el tabaco pero que mejoro en eso y en casi todo cada día. Creo que mas de quince personas me tienen en su top five de amigos, que el sexo sólo lo tengo en el cerebro y la la sensación de hacer las cosas bastante bien.

Creo que este año me he hecho escritor. Espero llegar a tiempo.

martes, diciembre 27, 2011

Bolaño


Cuando terminó The artist, una parte numerosa del público aplaudió. No había visto algo parecido desde Un lugar en el mundo, que ocurrió lo mismo pero con más merecimiento. The artist tiene algo de novela de Bolaño, de divertimento para el autor sin preocuparse del receptor al que le obliga a afilirse a su persona y no a una obra. Llevo 2000 paginas leídas de Bolaño y todavía no sé si me gusta, si es el mejor o simplemente encontró una veta por donde caminar, no la soltó, fue coherente y triunfó por su malditismo unido a su talento. Es el que mejor escribe; teniendo en cuenta su profesión es bastante importante. En Crash pasan muchas más cosas que en Los detectives salvajes y sus pesonajes toman nota y modifican sus conductas. Si tuviera un hijo éste sería mi consejo: toma nota de lo que te ocurre y modifica tu conducta.

Si tuviera un hijo no habría cenado solo en Nochebuena que fue triste y aburrida, lo contrario del año pasado cuando conocí a Mara. Se me rayó un disco de Malher: tomé nota.

Llevo años intentando educar mi gusto para el arte. De momento sólo distingo lo que tiene verdadero nivel, por ejemplo, la colección del Hermitage en el Prado, Picasso incluido, a quien voy entendiendo.

sábado, diciembre 17, 2011

Patafísca


El MCARS ha tenido el buenísimo gusto de introducir, en una especie de "permanente reciente" una actuación de Pedro Almodóvar grabada (creo que) en el programa Aplauso. El MNCARS se ha convertido en un frenético parque de atracciones elevadas para parejas con hijo que compran EL PAÍS, veranean en Formentera y ya no consumen farlopa, él sintiéndose atractivo todavía, ella, pese a rozar sólo los cuarenta, pensando que es un saldillo de mujer, que su cuerpo se quebró y que jamás será deseada por nadie más. Además tienen un hijo que suelen llamar Nicolás al que se refieren con el vocativo colega.
El MCARS sigue siendo interesante; hoy, por ejemplo, confabulado involuntariamente con el Babelia han metido en mi cabeza el concepto de Patafísica y la exposición dedicada a Raymond Rousell te imbuye del término aunque no puedas verbalizarlo ni wikipedia mediante.

De patafísca como de tantas otras cosas sabe mucho (seguro) Jesús Ferrero, castellano afrancesado, que vale (sospecho) más por por sus noes que por sus sus síes en lo que ha debido ser una vida densa, vívida y fragmentada. Escribió Belver Yin cuando yo tenía 12 años y mis emociones radicaban en ser ser el capitán del equipo de fútbol. Hoy, la distancia entre Jesús y yo se ha acortado, pero siempre sobrevolará alrededor de mis sienes, me sacará de mis quejidos y, aunque me espere, llevará un monton de miles de kilómetros de ventaja sobre mi vida, mi experiencia y, si llega el caso, sobre mi literatura.

viernes, diciembre 16, 2011

44

Todo se oscureció.

Un manto de fango espeso y pestilente la abrazó por las espalda y se la llevó del reino de las luces y del porvenir a las marismas de la confusión y de la histeria, donde el dolor quema y marca, a la altura del pecho, a fuego, dejando una cicatriz profunda por donde caerán más adelante las lágrimas y los sudores fríos de la desesperación. En el trayecto, arrastrada entre meandros de lodo y alquitrán, recibió sin piedad los golpes de viejos materiales de desecho y compitió por un hueco en el canal sinuoso de la duda.

Al principio sacó la cabeza para respirar un poco de aire pero luego eligió el buceo para poder soñar con convertirse en un trozo de polietileno o un madero carcomido y flotante. Y así, sin sacar la cabeza del líquido viscoso que ya era su biografía, llegó al destino donde todo se oscurece más aún, viva todavía, llena de parásitos adosados que se daban un festín con las heces animales y humanas adheridas a su cuerpo.

martes, diciembre 13, 2011

Intimidad y franqueza

Me parece que hay más verdad en un plano de Richard Burton colérico que en Un método peligroso, que se queda a muchos metros de la franqueza. No abrirá nuevas puertas a quien contacte con el psicoanálisis por primera vez.

Como las neurosis, también está pasada de moda la lucha de clases. Pero Emmanuel Carrere escribe con franqueza: Me escandalizan tanto los que dicen que somos libres, que la felicidad se decide, que es una elección moral (...) Entre los que tienen una fisura en el núcleo y los que no la tienen ocurre igual que entre los pobres y los ricos, igual que la lucha de clases, sabemos que hay pobres que dejan de serlo, pero que la mayoría no, siguen siéndolo, y decirle a un melancólico que la felicidad es una decisión es como decirle a un hambriento que coma bollos.

Si no me vas a dar tu intimidad no me invites a tu casa.

sábado, diciembre 03, 2011

Plaka a tiempo real

En Plaka es primavera. Hay un transistor de fondo y por el camino que lleva a la Acrópolis camina en silencio una turista tetona. Kalimera, kalimera. Ahora pasa una musulmana y durante el espreso doble no aparece nadie más. Un camarero termina de montar las mesas. Lo hace con cuidado mientras una urraca blanquinegra reclama atención desde el cielo.
Irini está a punto de llegar.
El camarero se prepara un café y lo mezcla con un marlboro en una sillita frente al sol.

jueves, diciembre 01, 2011


Como se estaba oscureciendo el día se compró un bolígrafo verde y un cuaderno con letras griegas. Así salió del mar de soledad que le había producido la partida de su amigo.