domingo, septiembre 19, 2010

altafulla

¡estoy akiiiiiiiiii!

jueves, septiembre 16, 2010

Fin de obra


Ayer se hizo otoño al volver del trabajo, mi último día. Queda en mi mesa una torreta de minutados, dosieres, guiones en proceso, algún mail impreso y un cuaderno de espiral tamaño folio y cuadriculado lleno de anotaciones a Bic, feo y tristón, que se quedó sin mano que le escriba.

Además, desperdigados por el suelo, una docena de personas excelentes, gente casi libre que no se somete a las tensiones de estos concentrados laborales que practicamos en los que todo pasa en 90 días: se te mide, se asciende, se cae en desgracia, se tiene un flirt, se hacen las paces, se critica y al final todos caemos por el mismo sumidero, algunos con la ansiedad de la duda y de la inseguridad; otros felices, mirando hacia atras sin ira, agradecidos y contentos.

Cuando era adolescente me quedaba embobado con las cosas de Garci, de Aute o de Almodóvar. Esas ya me pasaron. Si sigo así quizá me sucedan las de Pilar Miró.

miércoles, septiembre 08, 2010

Diario de un día libre

No quise convertir tres días libres en una pelota de balonmano, arrojadiza y pija, y la cambié por un balón medicinal de los que cuesta levantar un poco, aunque no tanto. Dentro de él me he encontrado un día textil, de fundas de sofás viejos y de sofás nuevos que no llegan, de visillos, de equipos nuevos de música, de pruebas y limpiezas. De Miguel Angel y Sonia.
Ha sonado un rato a single man, historia de amor trágica como son las historias verdaderamente románticas. Por el camino he comprobado que mi paellera induce perfectamente sobre gambas, almejas y emperador, aunque si hablamos de aristocracia, hablemos del arroz Sos, domable e indomable a la vez;
como tú.

lunes, septiembre 06, 2010

La música del azar

Pablo fue a por cerveza y yo sabía que se serviría de la abierta. Abrir una cerveza habiendo otra ya empezada es el tipo de errores que Pablo nunca comete. Desde el sofá pensé que ésas son las cosas que me dan la paz. Han sido dos días tan pacíficos...
Se ha ido esta mañana. Después de besarnos he ido a la nevera y he visto dos litronas abiertas.

El fisioterapeuta me ha cambiado la cita. Será hoy a las seis en lugar de mañana a la una. Así que mañana a la una puedo elaborar un plan con el que no contaba; algo nuevo. Esa es la música del azar, que a veces suena a Wagner

Tres hombres han pasado por mi cama este findesemana, pero la sábana buena estaba en otro lugar.