sábado, diciembre 25, 2010

Cuento de Navidad

Nunca habría contado que cené macarrones el día de nochebuena de no haber tenido esta noche, en la que todavía estoy, un final tan feliz. Terminé una novela regular y vi un capítulo de In treatment y si no hubiera sido por las cariñosas llamadas de Zaragoza la noche habría sido de lo menos navideña. Una llamada de Manuel me bajó a la calle y con su atractivo amigo recorrimos parte del barrizal de Chueca en estado todavía desértico. Mi objetivo era sólo una sin alcohol y volver a casa. Cuando hacía esto último, como pop ups, empezaban a brotar los chicos en Chueca hartos de nochebuena y sedientos de viernes. En 40 minutos -pensé, esto será como un sábado más.

Y a unos metros del portal de casa pasó: ahí estaba ella, mi vecina, bella en su estrechez y en sus curvas. Me abrazó. Me pidió que le acompañase a un cajero que no le dio un solo euro. Tiraremos de los míos -pensé y dije, y acabamos los dos en un bar vacío con la música fea y suave, cerveza a cerveza, mientras nos conocíamos algo más y procedíamos a encadenar confesiones sinceras que nos colocaban a ambos en un lugar precioso. Ella es bisexual y libre y yo sé demasiado de la vida. Ella me dio miedo y yo a ella.

Los dos habíamos cenado solos y caminábamos en soledad por la gran ciudad. Yo llevaba un gorro de lana con un pompón. Era una trama cine independiente tan puro que Madrid se nos quedaba pequeño.
Y era todo muy bonito.

Tres horas más tarde pensé y también dije que era mejor separarnos y no malgastar una situación sensacional en un fragor horizontal, vacío y acervezado. Pero claro: hemos venido a casa. Ella ha vomitado y se ha quedado dormida. La he tapado. Suena In the mood for love. Mañana, el sol de invierno, reluciente y frío valorará cuánto había de verdad en las emociones de hoy.

Algo me dice que eran ciertas.





Contador gratis

¡Noticia bomba!



Evelyn Waugh escribe muy bien pero sus temas no me interesan mucho. Al terminarlo he sentido más liberación que placer, lo que es muy mala señal. Esto es suyo (y tuyo):
Las dos figuras se sentaron la una frente a la otra, tocándose las rodillas, expectantes, como si fuesen a zarpar por el lago ornamental de una feria; como amantes en un día de fiesta que, tras haber hecho cola un buen rato, dudaran antes de lanzarse rumbo a la mayor intimidad que pronto les ofrecerían las grutas y transparencias

martes, diciembre 21, 2010

Canal Historia

Me conozco estos días de resaca física, de conciencia semitranquila, peaje pequeño tras fiesta de Ana, granmujer a la que no hay manera de echarle el guante. Como pasa en todas las fiestas, no falta de nada y falta de todo, según como se mire; o cómo se termine.Las resacas se pasan frente al Canal Historia, que es proyanki, belicoso y tiene un logo más feo que el de El Corte Inglés pero es un foco de información constante, sedante y entretenido. Verbigracia:
Darwin descubrió la teoria de la evolución veinte años antes de publicarla. No se atrevió por miedo a la sociedad y padeció todo tipo de dolores que lo tuvieron casi siempre postrado como lo está la directora de un programa de televisión ante sus jefes. Cuando alguien se le iba a adelantar se atrevió a difundirla difundirla. Se le pasaron todos los dolores y anduvo los últimos años de su vida erguido y feliz como un niño en el recreo cuando abre su Bolly Cao. Einstein, en cambio no tenía miedo, pero su teoría también estuvo veinte años sin ver la luz. Sabía que era cierta pero no podría demostrarla. No tuvo dolores pero debió ser un coñazo sentirse tan incomprendido.
Y además, también en este canal, supe que hay soporte teórico para viajar en el teimpo aunque nos falta tecnología. ¡Qué cosas!

Yasospechabayo que el mercado de San Antón era muy digno desde un punto de vista arquitectónico. Pero hasta que alguien con criterio -Manuel- no lo dijo no me he atrevido a verbalizarlo. Ahora lo hago.

jueves, diciembre 16, 2010

Inauguración

Como en cualquier jueves que se precie hoy teníamos inauguracion. Ni más ni menos que el Supercor. He acudido vestido para la ocasión, en chándal, claro. En la puerta, como si fueran los comisarios de la exposición, habían un grupo no superior a cuatro unidades. Eran feotes y los trajes les quedaban como a un conductor de autobús. Debían ser de Marketing o algo así. Junto a ellos una torreta de cestas y carritos a estrenar. Por los pasillos, el fragor del debut, con los reponedores controlando más a las nuevas cajeras que a los ¿puedo decir displays? Fruto de esta falta de profesionalidad algunos productos estaban todavía sin precio, por ejemplo la nata líquida. He paseado como si estuviera viendo a Dalí en Figueras, buscando siempre el segundo término. ¡Qué placer! Y sobre todo ¡qué placer ya para toda la vida! Nada de happenings ni artes efímeros. Lo que estaba ante mis ojos lo estará siempre: esa verdulería frondosa; esos quesos blanco-rotos, esa pescadería arrabatadoramente rojiza.
Esta ha sido mi primera compra. Me ha salido una poco borracha

Vino Ribera del Duero
Gel de afeitar Gillette
Remolacha en tiras *
3 cervezas Alhambra
Fino Montilla
Leche entera*
Colines integrales*
Chocolate *
Oporto

(marca blanca)

miércoles, diciembre 15, 2010

Final de otoño



Desde luego las cuerdas de
Bach están ahí, como los goles de Messi y el Rothko del Reina Sofía, amarillo y naranja. Está Gay Bourdin que mira la belleza cárnica y pura como si Newton no hubiera existido, igual que Feldman dota al arte de un contexto como si Duchamp no hubiera existido tampoco nunca. Evelyn Vaugh es divertido y viajado. Está también la calidad de Nieves, alguna subida a la red, la uva Gewürztramine o los bustos clásicos de la Academia de San Fernando.
Y luego, por encima de todos, emerge la ¡¡¡¡tercera temporada de In treatment!!!!!! El doctor Paul Weston no confía en su psicoanalista porque es joven. Poco a poco se deja llevar y se suelta y le dice que se siente como un bartleby. La terapia continúa hasta que termina la hora. En la puerta de la consulta, él parece que ha vencido sus reparos machito-vanidosos con la que podía haber sido su alumna. Pero antes de despedirse él le dice: -Oye, cuando he dicho que me sentía como Batleby ¿me has entendido?. Se hace el silencio entre ambos. Ella le mira y él añade: -es que cuando hablo necesito que me entiendan ¿lo comprendes?. El silencio ya es ensordecedor y ella, en voz baja, con sus ojos clavados en él y sín un ápice de revancha sólo dice: -el escribiente

jueves, diciembre 02, 2010

Luis Alberto de Cuenca es de derechas e hiperactivo, delicado y amigo de Sánchez Dragó. Escribe así

A todas las puertas: la que conduce al oro,
la que lleva al poder, la que esconde el misterio
del amor, la que oculta el secreto insondable
de la felicidad, la que te da la vida
para siempre en el gozo de una visión sublime.
Abre todas las puertas sin mostrarte curioso
ni prestar importancia a las manchas de sangre
que salpican los muros de las habitaciones
prohibidas, ni a las joyas que revisten los techos,
ni a los labios que buscan los tuyos en la sombra,
ni a la palabra santa que acecha en los umbrales.
Desesperadamente, civilizadamente,
conteniendo la risa, secándote las lágrimas,
en el borde del mundo, al final del camino,
oyendo cómo silban las balas enemigas
alrededor y cómo cantan los ruiseñores,
no lo dudes, hermano: abre todas las puertas.
Aunque nada haya dentro

miércoles, diciembre 01, 2010

El concierto de los pájaros

House está cada vez más cursi. El doblaje tiene algo que ver. Hoy el tema eran los asuntos pendientes: un padre llama a su hija antes de morir, dos médicos reconocen no haber cumplido sus expectativas profesionales, una mujer mantiene en secreto suu bisexualidad ante su padre y dos ex enamorados polvean para despedirse "como dios manda". En una palabra, palabras.
Cien ejecutivos (Fundación Everis) se reunen para arreglar el país y le dan la receta al rey. Ahí están los que mandna en las empresas que cobran de más en las facturas de movistar, los que contaminan ¡más que un fumador!, los que construyen en el cabo de Gata y los rescatados tras el susto de los bancos. Y son nuestra única esperanza.
Unos pajarillos revolotean en estos momentos en una sala de la Casa Encendida. Cuando se cansan se posan en las cuerdas de unas guitarras eléctricas originando un bonito concierto.
Ya tengo mi pieza. Se titula qué os habíais creído