La crema de verduras

Se me caen las cosas al suelo y las recojo pero se vuelven a caer y las olvido por los sitios y ando como una anciana rezando el responso de San Antonio para encontrar su tubo de pastillas o unas chocolatina que compró para su nieto. No recuerdo dónde dejé ARCO lleno de miniaturas de Juan Genovés y de líneas rectas y aquella sentencia llena de dulzura y de humildad: If the phone don´t ring it´s me. No sé tampoco dónde puse el ballet de Victor Ullate, delicado a veces y vulgar a la vez. Seguramente habré perdido también un par de películas y una biografía de Tesla que aún no he terminado.

Como dice Kerouak al caminar por algunos paisajes se pueden entender a los poetas orientales, que para escribir los haikus no se embriagaban nunca en las montañas, no se excitaban, simplemente registraban con alegría infantil lo que veían, sin artificios literarios ni expresiones delicadas.

Supongo que estas cosas, los olvidos y los haikus, pasan cuando dejas a un lado la vida y te dedicas solo a lo real, a esos labios rojos que me miran desde su cuerpo en esta relación franca, ajustada y epigonal. Remuevo una crema de verduras y ella, simplemente, anda por ahí.

Ruso

Ella trajo flores y todo lo demás;
yo subí al tejado más contento,
que un violinista de Chagall

TATUAJE

Hoy, la belleza involuntaria se puso unas alas digitales y salió de mi ordenador rumbo a la mirada de los otros. Ha sido una despedida breve, casual y ligera. Espero que vuelva pronto vestida de paloma o convertida en halcón. Nos queda un largo camino juntos.

También, las cicatrices de la felicidad han tenido su momento. Cuando se cosan y se cierren quedarán dentro, como la tinta de un tatuaje, los fluidos y los alcoholes de un fin de semana caramelizado con los sabores de la verdad.

Ella es demasiado tremenda incluso para él

Si esto va adelante tendrás que acostumbrarte a Luki, dijo nada más entrar en la casa más simbólica del mundo (Plaza de Ópera, cuatro balcones a la calle, techos altos y baldosa hidráulica). Se conocían de sólo de dos horas y él pensó en que era pronto para plantearse semejante cuestión pero le gustó su franqueza y notó que, por qué no, aquello podía salir.
Luego ella se pintó los labios patra meterse en la cama y un rato después de fundir las pieles, desnuda y brillante, hizo una versión de Cat Power acompañada de una guitarra.

Más tarde decidieron cambiar de escenario. Ella cogió sus galletas favoritas y fueron a casa de él. Ahí siguen.

Llevar una bolsa de nesspreso en la mano...

Cuando uno va a Nesspreso y compra unos cuantos cartuchos llenos de cápsulas ristretto y descafeinaTo intenso es capaz de ir después a cualquier sitio, por ejemplo, a la tienda más pija de Chueca que se llama PEZ y que entre otras cosas, como artículo menor, venden unos ambientadores que se ven desde el escaparate. El gran hallazgo del año pasado fue comprar arena para pis de gato y meterla en ceniceros con tapa, de manera que aniquilaban el agradable olor a tabaco de mi casa consiguiendo un aroma muy superior al de las casas no fumadoras. El segundo gran hallazgo ha llegado hace unos días: he colocado las eficaces velas de IKEA sobre los radiadores de manera que perfuman el hogar a golpe de calefacción encendida o apagada povocando, por oleadas, el derretimiento de la cera y posterior compactado de la misma. Lejor de dar el asunto oloroso por terminado, hoy he comprado un ambientador en la tienda pija anteriormente reseñada con un 40% de descuento que se suma al trabajo que desempeñan diariamente dos mikados con olor a vailnilla que hay, respectivamente, en cuarto de baño y el dormitorio. Quién sabe dónde puedo llegar teniendo en cuenta que además he conseguido un ¡¡¡spray especial para cajones!!!!!
En estos momentos, mientras hago este ejercicio de puntuación, estoy cumpliendo 43 años, una edad absurda muy cargada de posiblidades.