Solo de nochebuena
Dice Alde que los burgueses cumplimos las reglas; supongo que por eso me cuesta hacer este solo de nochebuena. Con las llamadas frescas de los amigos que después de un sms general te llaman para hablar de los partos. Hago el solo de nochebuena mientras sale el sol de invierno con Nina Simone al fondo en un ordenador al que ya le faltan teclas -diez años juntos-, con unos polvos al aire cercanos y algunos amigos nuevos y también lejanos. Y una madre en la distancia sin hijo que andará revolviendo el mueble rojo del salón buscando las salseras que nunca usa y comprando en el Corte Inglés huevo hilado.