Probablemente la noche más divertida en años

Joer, esa especie en extinción, gente elegante, con criterio oh, que no necesitan jactarse de su macarrismo, gente que me gusta, que llegado el caso piden disculpas o las aceptan. Me los hubiera comido a los todos. A Mónica, a Eduardo, a Fernando, a Lucía a Eli. A Luisa, a Gerardo.  Gracias amigos. Sigamos en esta dirección.

He estado con catalanes y vascos. Me sentido bien viéndoles disfrutar de esta gran ciudad. Ojala que no cambien ni ellos, ni nosotros ni los amigos. 

Con Blas y Jero te lo pasas pipa.

Receta para la elaboración de 58 albóndigas con destino al cumpleaños de Manuel GD

PASOS

1.-Bajar sin miedo al mercado de santón. Pedir un kilo de picada dosveces (como mi blog) y llevarte shitake por si te animas a la fusión.

2.-Poner un disco de Timber Timbre a tó meter

3.-Abrir un botella de vino blanco. Da igual la marca. Todas saben igual.

4.-Picar las setas y 3 dientes de ajo en un molinillo de café.

5.-No enfadarse al descubrir que el molinillo no puede con el ajo.

6.-Mezclar picada, setas, dos huevos y pan rallao.

7.-Encender tercer cigarrillo.

8.-Acordarse de que tienes un par de trufas en la nevera que quizá podrían ir bien a la mezcla.

9.-Salpimentar cigarrillo, mezcla y vino blanco.

10.-Empezar con las pelotillas.

11.-Cuando te cansas, no recordar jamás que en la fiesta de mañana no se puede fumar.

12.-Cuando te has bebido media botella de vino pensar si quieres beberte la otra media o parar.

13.-Coger el fijo; igual es mami.

14.-Freír.

15.-Tupper

¿Ves que facil?

Bonitas palabras

Si fueras chica, me quedaría aquí para siempre

Pensar y buscar

En los palacios de Retiro dos artistas conceptuales, centroeuropeos y vivos exponen su obra. Dicen de ellos -no sé quién- que aspiran a hacer pensar al espectador. Digo yo que aparte de eso no estaría mal que diesen algo más porque pensar ya pienso demasiado, por ejemplo, en que su obra no se sujetaría sin el espacio expositivo del que disponen. Y que hay demasiado arte en los museos y demasiado poco o nada en la calle. Las dos exposiciones son recomendables y se pasa un buen rato porque una de ellas está llena de rectángulos que es mi figura favorita y la otra está en el Palacio de Cristal donde todo se defiende solo.

Otro que hace pensar es Bergman. Ayer utilicé 188 minutos en ver Fanny y Alexander. No puedo decir nada malo, claro que no. Pero...

Un día de estos de cielo blanco voy a posar mis patitas en un rama nueva, verde y con hoja. Un rama de invierno donde construir un nido  tejido con cigarrillos negros y bufandas marrones , caliente, cerca de una campanario mudo desde donde el amor dará la horas con un megáfono y veremos la vida pasar sin movernos, compartiendo otra ensalada de apio y gambas.

Nochebuena 19'45

Ni una luz encendida. Desde mi balcón, a las siete y media, todo es noche. No hay reflejos de un pino centelleante que se escape entre las persianas, ni el lloriqueo de un niño, nadie por la calle, ni asomado al balcón de los fumadores. Ni abuelas orgullosas de su descendencia ni bromas sobre el turron duro, ni cuñadas peleando por la mejor receta. El fin del mundo maya ha llegado a este barrio. Me gusta. 

Seré el último en apagar. Cuando lo haga, Chueca se declarará en bancarrota en el mercado navideño.

Cumpleaños

Tenía unos restos de m. y un dolor de cabeza insoportable  El cumpleaños era lo suficientemente  importante para ir con las dos cosas, por Nieves, esa mujer de halo mitológico. Ahí estaba Antonio hablando de activos y pasivos, German, esa generosidad eterna, Leticia y sus ganas, y gente que había por ahí, limpia y franca.

A la vuelta, porque pusieron Lavapiés al lado de los Chuchis, vi madrid con todo, calles estrechas de orines y alcoholes derramados, dos veinteañeras buscando en su wassap, un negro y una rubia juntos, los reparte flyers. Vi gente de todas partes volviendo a su casa, algun beso bello y yo, piropeado por la chaqueta, sólo por eso, sin poder con la noche .

Locos y viajeros

Los aeropuertos son los lugares perfectos para mirar hacia adelante o mirar hacia atrás. También, mañana, me fijaré en todas esas personas que van o vienen, en plena encrucijada de caminos y deseos, intentando apresar algun sueño, que como se sabe, viaja por el cielo.

Los viajeros, mientras esperan su avión, ya están volando; pero hacia dentro.

Encontrarán o dejarán un Madrid  lleno de locos, como si a nadie le importase ya que  su locurase se note.  Una coja empuja con las muletas un vaso de plástico hasta marcar un gol entre las patas de un banco. Un pijo borracho insulta a una chica y esta se enzarza; un jonki, a lo suyo; un chapero que da miedo ronda el cajero.

He visto una cola larguísma, como las del Prado cuando actúa Velázquez, en el Colegio de Arquitectos. Pregunto qué es porque también la vi ayer. Es una exposición comisariada por Iker Jiménez. Cuarto Milienio se llama.

Mensaje a la luna

He llenado la nevera de comida, tanta que quizá no encuentre el jamón york o los pepinillos agridulces cuando vuelvo a casa lleno de fragor y soledad, mancillado de noche pero salvado a tiempo.

He llenado mi cuerpo de alcohol para quemar el vacio ardiente de la falta de ti. He sacado la planta del baño al balcón para que reciba algo del sol de invierno, a veces de infierno. He llenado el día de citas; cada una, un rato de ausencia. He visto el corte inglés lleno de plantas rojas de esas que se mueren cuando quieren y no puedes hacer nada por ellas. He llenado el cuerpo de humo, tanto que me llega hasta el cerebro; he visto la parte del día convertida en noche y la noche azul, embargada por hacienda. 
Eescondo mi intimidad en un tupper, cobarde.

He salido de la vida unos días: espero decir basta

chicas

Debajo de casa han abierto un tienda de empanadas riquísimas. 
La chica que atiende me llama cari.
Hay una chica elegante que camina por Tribunal con una lata de cerveza de medio litro. No puede tener más estilo. Al pasar me doy la vuelta, claro, y la miro un rato.

Hay tres chicas sin recorrido con las que habamos un rato de tópicos. Su look está en armonía con todo lo demás. Les invitamos al vino y nos aburrimos.

Una arquitecta (solo conocida) deja su grupo de amigos y viene con nosotros. Está a gusto, se abre y cerramos el bar juntos a base de cervezas sin alcohol. Mientras desanuda su bicicleta le digo que tiene mucho nivel, y como es verdad, se ruboriza y se enreda con el candado.

Un viejo amigo del pasado recuerda chicas de entonces: me construye el presente a base de señalarme los errores del pasado. Amores viejos, errores nuevos.

Solo hay una chica cuyo recuerdo me produce repugnancia. He tenido suerte, aunque si hubieran sido más lo llevaría con más oficio.

Y hay amigas: la que sin trabajo se vuelve a quedar embarazada en un acto de amor, confianza y valentía; la que reconoce estar cansada de su inactividad sentimental y la que cumple años hoy, y no veo nunca, y la quiero cada día más.

¡Pero qué bien organiza las cosas esta mujer!

Las personas salían de todas partes, también de misa. Sin gritar y encarritados tomaban la ciudad como el aceite toma la tostada. Hablaban de temperatura y de sensaión térmica. Así era el pueblo, enladrillado y silencioso, frío y soleado, con río,  monte, árboles y deseos.

Eduardo llevaba la llaves de la catedral en el bolsillo y minutos después daba un curso rápido de restauración en el que dejó claras las dos reglas básicas: reversibilidad e identificación. Más tarde salió el concepto "esgrafiado" pero este último lo olvidaré rápidamente. No así los árboles fosilizados ni las primeras pinturas rupestres que vi en mi vida, así como el concepto "tiempo histórico" que comprende todo lo ocurrido desde los sumerios hasta hoy (ayer, más bien). El curso terminó por la noche en la que se habló de la homosexualidad del clero y se demostró que donde hay niños no se come bien. Quedó así envuelto el puente medieval con Bach de fondo y hombres barbados con forro polar y pareja, con pinta de parecerse entre sí como si fuesen cuñados, puente en el que Manuel me dijo: "me gustaría tener más carácter para ponerte en tu sitio". Santi jaleó la frase y yo me quedé pensando en aquella servilleta que volaba con dos corazones pintados que se llevaba el viento.

La contabilidad privada de Christie Malry

–Yo no sé qué misión tienes en la vida –dijo la Milana–. Pero sí sé que pienso hacer todo lo posible por ayudarte a cumplirla.

–Tesoro –dijo Christie–. Dame un beso.

"Ya lo tengo todo", pensó Christie.

Chin chón ni son

Este es mi homenaje a las tabernas de Madrid 

que todavía expenden chinchón seco. 

La bebida más borracha que he probado jamás.

Y una garantía de gran resaca al día siguiente.

Being Julia

Anette Bening es una estrella del teatro inglés. Harta de los muros de su matrimonio sale a darse una vuelta por el amor joven y lozano. Como  ama de verdad recibe unas cuantas hostias y al final comprende que lo que la  gente llama "vida real" no es para ella y que el único ecosistema que puede habitar es el teatro. También reconoce que está más herida su vanidad que su corazón. Es una historia relmente trágica

Lo único optimista es cuando se encuentra con su ex amante semanas después, ella le dice: ¿me invitas a tu casa? Y añade: por los buenos tiempos.

Me encantaría pronunciar esas palabras alguna vez. 
Contigo,claro