jueves, septiembre 28, 2006

Rosa



Luxemburgo

miércoles, septiembre 27, 2006

Naranja



No te gustaba el naranja y tuviste que verme durante años con aquel albornoz naranja. Luego me compré uno blanco; era tarde. Me sigo acordando de ti en las dos naranjas mañaneras que ahora acompaño del amarillo de un limón para olvidar aquellas maravillosas duchas, aquellos maravillosos años.

Debí haberlo escrito hace años, con aquel bic naranja, perfecto para las chuletas, imposible de llevar pinzado en cualquiera de mis prendas; debí haberlo escrito en un cuaderno Guerrero: ¡no te pongas nada de color naranja!

No me gustan las puestas de sol; no me gustan las puestas

Azul



...de Puig

martes, septiembre 26, 2006

Burdeos




Un día nos vamos a ir Burdeos, a conocer el color y el vino, y a escuchar jazz sobre las alfombras burdeos. A saltar entre las teclas de un pianista francés, vestido con pantalón negro y zapatillas rojas. A rasgar un vilonchelo mate y dejar los morros marcados sobre una copa de cristal suficientemente gruesa que no rasgue nuestras bocas. Nos vamos a decantar por ése viaje, en blanco y negro. Cuando lleguemos, siguiendo las flechas, te voy a bañar en una barrica americana gigante y llenaré un tonel, un pequeño tonel, con las palabras francesas que no has necesitado decirme.

lunes, septiembre 25, 2006

Blanco



Después de que las finalistas de Top Bikini me llamasen de usted pasé directamente a intentar ver cine de culto, para compensar. Afortunadamente no había entradas porque, a cambio, viví las noches en blanco que sí eran para tanto y que ya sabemos lo que son.
El hueco entre gran mujer y mujer insoportable se hace cada vez más grande. No veo lo mismo entre los hombre, que como seguimos tirando al monte tendemos a parecernos.
Querer mucho a un persona no da ningún derecho sobre ella. Aunque lo sé, lo sufro.
Paso del otoño, me voy directamente al invierno y me cubro con el edredón pesado y gordote para jugar a que soy Edmundo Dantés poco antes de su fuga.

Este septiembre huele más a final de época que a nueva etapa.

jueves, septiembre 21, 2006

El trazo oculto



En el Prado hay una exposición titulada El trazo oculto donde se pueden ver dibujos subyacente en pinturas de hace siglos.

Una pena que la técnica de la reflectografía infrarroja no sirva para desvelar el trazo oculto de las personas, en las reuniones de trabajo, por ejemplo.

Un huevo duro, solitario e impar, quedó cociendo en mi cocina mientras yo estaba trabajando. Cuando llegué había ascendido hasta tropezar de manera violenta con el armarito del Nesquick. Un grupo de forenses trabaja ahora mismo sobre el tema para averiguar la hora a la que se produjo el choque. El cacito cocedor de huevos llevaba años conmigo. A estas horas sigue pegado a la resistencia.

Frase de un amigo tras disfrutar junto con mujer e hijo de mi hospitalidad durante un fin de semana: tu casa está llena de mierda.

Frase de compañera de trabajo a la que acerco hasta su barrio: necesito un coche como éste, viejo y sucio ¿Esto qué es? ¿un Polo?

Y ahora la frase de la semana: ha bajado mucho el nivel de tus guiones.

martes, septiembre 19, 2006

Otoño




Un niño con raya aunlao
chapotea sobre hojas de periódico que caen de los almendros.
Una bolsa de garbanzos reclama su cocción junto a la morcilla
que trajiste de Toledo.
La bufandas, nerviosas, serpentean en las bisagras del armario empotrado.
He visto un poleo menta asomado a tu ventana
y un pulligan de pico azul que lleva en el mismo cajón catorce años.
Desde tu primera comunión.

lunes, septiembre 18, 2006

Vuelta al trabajo



No te quiero ver llorar...

sábado, septiembre 16, 2006

mmmm

Soy el que le pegó un quiebro a la gota fría y de estar en los paises catalanes, teletranpotéme en el Chicote y, 24 horas después lloraba frente a Cuéntame, que, por lo que sea, me emociona.

Si Farruquito no va a la cárcel me tranquilizará saber que nuestras leyes entienden exactamente lo que es un mal paso. Yo podría haber dado el mismo. ¿Y tú?

Dos negras, una africana y la otra americana, juegan a que son amigas camareando en el bar de abajo. No tienen posibilidad. El mundo es más hostil de lo que creen. Tendrán, que traicionarse..

Entre el refinamiento y el salvajismo –dos polos, tan lejos, tan cerca- gana lo segundo en estas vacaciones amarillas y azules. Sólo mevoy hubiera podido decorar el balance pero no está.

Zaragoza, crece en profundidad frente a Madrid que lo hace en lo hace en extensión; Z juega a la fraternidad, y me fratenirza. No saben qué es esto en la capital…

Un taxista me discursea a favor de Franco. No estoy rápido. Debería pagar y bajarme. ¿Debería pagar sin bajarme? No estoy rápido. Por eso voy en taxi. Para acelerar.

Ten cuidado con David; es cada vez menos vecino y más amigo.. El día había nacido para él. Lo tengo enfrente.

Media docena de personas en el trabajo me hacen feliz, en grupo, y, tal vez, por separado. Por favor ¿Un sitio abierto?


AYER -HOY PARA EL LECTOR: lo de la dorada, pez, pescado, ¿Lo habéis entendido? Era un greguería, o quiso serla.

lunes, septiembre 11, 2006

¡Viva la LL mayúscula!

En el difícl terreno de juego de Zaragoza he arrancado un valiosísimo empate. Se pasa bien y los excesos duran lo mismo que en cualquier ciudad. Fiesta de viejas glorias. Llegué como vieja y salí de gloria.
Vacaciones pagadas sin complejos y motivadoras. Kakahueta está suscrita al Jueves y te deja con la palabra en la boca cuando ve un escarabajo verde.
El dulce Bruno y la bella Sorenssen se fraternalizan y bebemos de su cáliz afrodisíaco los que estamos cerca. En Cambrils la playa es cada vez más familiar. La Costa dorada es rica en pescado aunque en este tema estoy pez. Las parejas se afean comiendose los helados a medias y echo de menos a la niña mala de la última novela de Vargas LLosa.
Desde que salí de Madrid, sólo pienso en volver.
¡Hay que ver...!

miércoles, septiembre 06, 2006

Septiembre

Mientras los cactus van muriendo y las mujeres me siguen enseñando a vivir oigo de fondo centrifugados de ropa clara y oscura. Sabeco se remodela y Auchan cuenta con mi confianza. Truena Madrid sobre mi compra; la que hago de productos imperecederos para que mi nevera no esté sóla. Si vieras la puesta de sol que estoy viendo, tú tampoco querrías estar sola. Parada sin fonda para trabajar para una productora sin nombre y escuchar aquello de no tengo nada pero pronto sí. El puente caído sobre el solomillo ibicienco está en su sitio, como esos cuatro días generosos; como éramos los que compartíamos aquélla ensalada de juventud y aquellos bailes dorados de noche y luz.
Me voy al norte a "recolocar" las cosas y a mí mismo en busca de más amor, del que no se traduce.
El inglés, el gimnasio...
Septiembre raro.