domingo, febrero 22, 2009

Los niños

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Le llaman La Ribot y dicen que baila. Como en el escenario eran dos no supe queién era ella hasta el final; tampoco bailó. El espectáculo tenía algo de infantil muy al gusto de un público de rictus afrancesado e indumentaria singular de Liceo muy superior a la modernidad nocturna, contenida y afarlopada de malasaña y chueca. En el jamón posterior, sobre su plato, se habla de los niños. O sea de nosotros, que nos subían encima de la taza del water para secarnos nuestras madres con vigor. Cuando llegados los siete, empiezas a bañarte solo, te sigues subiendo al mismo lugar para secarte hasta que descubres que eso no tiene ni pies ni cabeza. Así desmontamos las ideas de la infancia, en términos de absurdo poético. En aquella época yo pensaba que cuando salíamos la familia de vacaciones, el entonces príncipe Juan Carlos era quien se quedaba en Zaragoza dando de comer a los conejos y a las ovejas de mi infancia rural.

Álvaro Pombo, que responde más de lo que pregunta y esos es regular, tiene algo de padre perfecto y de hijo perfecto. Para mí hubiera sido el compañero de trabajo perfecto y pasaría horas contándole, preguntándole y escuchándole. como hacía con Miguel Ángel. Iría con ambos a cualquier acera del mundo. Quizá.

sábado, febrero 21, 2009

Fuerte de personas

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Podría escribir sobre un puñado de alas de varios pollos que me comí hace tres días y que daban para una ración para cuatro y otra de post, pero estoy demasiado fuerte para eso. Fuerte del sol y de los planes, como aquel fuerte de Comansi que me regalaron de pequeño para insuflarme un espíritu militar que nunca tuve, que yo iba para guerrero, no pa teniente. Fuerte de amor y de tenis , de futuro y de mirar hacia atrás sin ira. Fuerte de una buena comida a base más de palabras que de rutina, fuerte de un mail con la respuesta acertada y de un cuerpo sudorado. Fuerte de los garbanzos en remojo de mañana que me traen algo dulce y me llevan en una bandeja a otra cita más y otro buen domingo cerca. Fuerte por la llamada que debía haber hecho justo hoy, justo la que he hecho.

Fuerte como una divorciada que gana un solitario delante de su suegra y deja a un lado la baraja haciendo un arco sobre un puñado de cáscaras de pipas. Y mira aburrida hacia una nube que cubre un sol que me hace fuerte.

jueves, febrero 19, 2009

Fin de etapa

Porque tenía ganas de morirme pero no para siempre; porque me sentía encerrado en un crucigrama, y no tenía ni ganas de follar pensé que era una buena idea dedicarme a Bill Evans y a Glen Gould, y saber quién es exactamente Mamet y legitimarme con las memorias de Tennesee Williams y los diarios de Cheever. Porque tengo libros de tapas duras preciosas traídos por gente preciosa. Porque sé hacer el saludo al sol y disfruto de la dieta blanda de Murakami y quiero abrir contigo una botella de William Fevre mientras miro de reojo una novela de Henry James gorda, gorda. Porque la cabecera de Los Soprano vale más que todo lo que hice y vi hacer de cerca en toda mi vida en miles de oficinas como esta; porque ahí, en la cocina, tengo unos bombones Lindt que me comulgo cada noche de manera individual y gozosa poco antes de aplicarme mascarilla e hidratante. Porque me gustan los símbolos y mi edad es uno de ellos.

A partir de hoy prefiero hacer una frigopoesía que un power point, los garbanzos al sandwich de máquina, las puertas abiertas a las peceras cerradas; la barra de pan, los martes al sol y los jueves, el tabaco en estanco, los estanques, la luz... aunque me turbe el futuro de tanta libertad, de tanta vida.

martes, febrero 10, 2009

No sé...



Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhauser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como... lagrimas... en la lluvia.
Es hora de vivir.

domingo, febrero 08, 2009

Sesión de fotografía para flyer

-Aparcamos aquí y vamos viendo.
-¿Habías pensado algo?
-No, pero me mola Ciencias de la Información.

-El coche es decadente pero tú estas arriba. Siéntelo
-¡Venga! orgullosos de todo lo que has hecho. ¡Mirando al infinito, pero orgulloso!
-Se te ve la cara con frío y con esta luz se te marcan las bolsas y eso...
-Bueno, es lo que hay...
-¡No! orgulloso simpático no. Orgulloso serio.
-El coche se hunde pero tú estás arriba.
-Voy a intentar saltar a por ti... a por tu cámara. ¡Voy a retarte! Nada, es muy difícil.
-Si tuvieras un pulverizador para las ventanillas eso funciona siempre. Conduciendo con lluvia y fumando.
¿No crees que necesitamos más acciones?
-Tu prefieres algo más estético pero yo preferiría más narrativo. No sé... Ciencias de la Información.
-Joer, esto bien preparao... Había pensado en que te besases con una china dentro del coche. ¿Hubiera molao, no?
-Bueno, en otra ocasión
-A ver ponte aquí, apoyado en el coche. Siente que el coche te protege. Así ¡apoyao! No, no... demasiado tirao. No funciona
-Oye esta parte del coche es la mala. ¿Le doy la vuelta?
-No, no, mola así; castigao.
-Están saliendo cositas ¿eh?
-Oye, mejor sonriendo ¿no? La gente necesita sonrisas.
-Esos se ha debido pensar que somos policías alrededor de un coche sospechoso.
-Joder, también tienes un rollo detective que podíamos sacar.

-Bueno ya está. Lo tenemos. Ahora voy a sacar unos planos detalle del golf.


-Oye ¿qué hacemos?
-Me voy al cine pero antes podemos hacer algo
-Vale tomamos un par de cañas en sitio chulo
-¿En un sitio chulo? Humm. ¡Vale!