jueves, agosto 28, 2008

El viaje del héroe, de Cristopher Vogler

sábado, agosto 23, 2008

Todo lo que sé me lo enseñó Gemma Mengual

lunes, agosto 11, 2008

La leyenda del indomable

Peleo con una camarera china para que no imponga su ritmo a mi comida . Un patito en miniatura cruza el mantel blanco y veo en una pantalla la última cogida a José Tomás que, como muchos montañeros, prefieren morir. Por cierto, se cumple un año sin Alberto. Echo de menos sus líos, sus mentiras y sus verdades y pronto morirá también Paul Newman -otro indomable- a quien no lloraré pero me dará mucha pena.

Hay una piscina llena de domingueros y toallas, de niños malcriados y de olor a tortilla entapperada. A Carol no le gusta y elegimos otra mientras pienso, en relación a la piscina, que soy el que se tira y no el que la limpia. Y pienso también.

-Lo único exclusivo son las neurosis, querida.

sábado, agosto 09, 2008

Manuel Vicent habla de él,,,

http://blogs.clarin.com/blogfiles/cronoscopio/TennesseWilliams1.JPG
Pero en su obra había otro gran personaje invisible, siempre el protagonista, que se movía bajo el perfume podrido de los magnolios después del aguacero, en las mansiones con porches de madera, entre el sudor, la Biblia y el alcohol. Se llamaba el Sur.

lunes, agosto 04, 2008

las historias de la playa

El adolescente mayor se dio cuenta de que las historias que durante años había buscado en aquella playa confortable y familiar no iban a suceder nunca . Lo supo cuando sobre sus cabeza, a unos cuantos pies, una avioneta arrastraba un cartel publicitario de un centro comercial cercano.
Esperó por si caían pelotas de Nivea, pero como esto no sucedió miró de reojo el color amarillo de una novedad de Anagrama y con el sonido del motor en off vio cinco historias seguidas que apuntó esquemáticamente en un cuaderno guerrero:
Historia 1: la del poligonero que acompañaba a su abuelo en el paseo marítimo y matutino para compensar los desastres del fin de semana con más pastillas que de costumbre y no juanolas, precisamente.
Historia 2: La de las dos cuñadasque, cansadas de competir por chorradas, se habían hecho amigas.
Historia 3: La de la señora arrugada por la melanina y los deseos nunca satisfechos pero presentes que se resiste a llevar una silla plegable como hacen las viejas e insiste en las esterilla que se compró ayer, mientras saboreaba un cucurucho de pistacho y grand marnier sin cucharilla.
Historia 4: La de madre con hijos en tensión permanente en el supermercado playero ante los precios -según su criterio- mucho más caros que en el carrefour de Zaragoza, su lugar de residencia.
Historia 5: La del padre de dos niños que sabe que no podrá aguantar mucho más todas las mentiras que cruzan el Ford Focus recién comprado del que suben y bajan cinco personas cada día como quien hace punto o macramé.
Estas eran las historias de la playa -pensó mientras la avioneta, en un giro setentero, venía dispuesta a sobrevolarle otra vez ¿quien sabe? para ayudarle con más histotrias.