Por fin...

la sartén por el mango.
TOURS – POITIERS
Dejamos atrás los amores en silencio de París y nos juntamos con André, un antiguo director de Carrefour reconvertido en peregrino con un look fantástico y con ganas de hablar en Poitiers, ciudad que tira a castellana, aburrida y povinciana.
Venimos de una noche sin cena, de reunión mañanera y cansados sin cansancio, sobre todo Javi que flaquea cundo escucha trozos de su pasado en el móvil, al contrario que David, que habla de su ex sin dolor. Javi arrastra problemas de la infancia -como yo, y David de la madurez. Susana no arrastra problemas conocidos y cada día está más armónica y bella. Se preocupa más por la empresa que por el equipo y eso es malo para la empresa y para el equipo. Y para ella. Susana y Javi dejarán que pase de largo de sus vidas.
Están más cansados que yo porque trabajan más y tienen que volver.
El sur de Francia respira monotonía y el gótico grisaceo y marrón aburre. Hoy no ha habido tiempo ni para cargar móviles, cámaras y portátiles.
El trabajo es impecable y confiamos los unos en los otros. Por eso este diario es aburrido, sin sangre. Menos mal que fue ella la que rompió el wifi
BURDEOS
Me encanta cuando traen un vaso de agua fría sin pedirla junto con el café pedido. Burdeos es demasiado pija. Y para nada. Es el momento de las compras pero sólo Susana encuentra. El arte contemporáneo nos sacará unos minutejos de aquí.
Coincidimos en que Golden Brown, de The Stranglers es la canción del viaje.
SAINTES - BIARRTIZ
Saintes ha salido mal. Por la noche cambio de coche, y aparición de Alex, buen tipo, como todos los que me encontré en este viaje. No consigo abarcar Biarrtiz. Mañana duermo en casa.
Estamos muy cansados pero esto es París. Mal hotel pero buen humor.
Susana trabaja mucho y bien pero el que tira del carro es Javi. David y yo somos los de los chistes, que no es poco. Por cierto me supera con creces
El Pompidou sigue siendo el mismo y el mejor, y el cementerio de Pierre Lachaise me da unas horriles vibraciones. No me interesan las tumbas.
A veces me siento Xoel y echo de menos la guitarra. Ferdinald es un buen contacto pero televisivamente no funcionará. Inspira algo de ternura pero es bastante conazo. Adelina, el otro contacto, es claramente insoportable y autocomplaciente. Es la primera vez que hacemos dos noches en la misma ciudad.
Escribo a Jero y a Nacho y me entrego a la compra del pequeño souvenir. En la furgoneta no cabe ni una postal. Desde Mqdrid reclaman el largo. Creo que lo acabare vendiendo.
Por la noche, gran gesto de David en privado.
Cada día somos más felices, o nos reímos más que es lo mismo. Son las cinco de la tarde y es la mejor hora porque todavía no nos hemos perdido. Me he comprado un jersey y eso me ha animado y a la salida he visto a una camarera con uniforme fumando en la puerta de un restaurante de lujo sin nada que ocultar. Eso es la belleza.
En Lille hay una calle Santiago que la cruza la calle Tours. Este tipo de cosas me refuerzan.
Por la noche, mientras Javi y Susana siguen trabajando como mulas me voy a cenar con David a un Búfalo grill donde me tomo el primer tartar del viaje. David, que es todavía mejor persona de lo que ya me había avisado Margarita ha robado unas especias y cuando ha visto al camarero ha ido a esconderse en el coche como un auténtico gallina mientras decía entre dientes: nos van a registrar!
En el hotel nos avisan de que puede haber gente peligrosa.
La frase del día es de David: yo pensaba que De Gaulle era el inventor de los aeropuertos.
AMIENS
Tom tom ya! (y taxis)
Este viaje se puede ir al carajo si no compramos un tom tom. Dos horas perdidos para llegar al hotel atrincherados con dos ordenadores, una palm y cuatro móviles. Si alguien puede entenderlo…
Hemos pasado de hoteles pobres pero dignos a moteles frikis. Yo lo agradezco. Este lugar está lleno de veinteañeros que sueñan con un trabajo como el mío mientras yo sueño con un cuerpo como el suyo. Es la generación del no fumar y del wi fi.
Susana esta cada día más contenta y crece su belleza y Javi pasa seis horas al día riendo. Por eso se anima con los vinos y las cervezas. Hoy ha estado a punto de tener una crisis, pero no lo hemos conseguido.
BRUSELAS
Bruselas es grande, y nosotros éramos pequeños hasta que hemos llegado aquí, bajo el atomium, y ya nos sentimos grandes. He comido caracoles de mar, sabían a manjar y a Sudamérica aunque estemos en la cuna, -mejor en el en colegio, de Europa.
No hay restos de Jacques Brel a simple vista.
Estoy debajo del atomium. El equipo está haciendo de las suyas y yo de las mías. EL viejo ibook, tras unos años desapercibidos vuelve a emerger, sin su wifi y sin nada y con un emule a medias. Ahora queda bien aquí, dentro en el coche este feo y familar que hemos alquilado y en el que cada día nos perdemos con una cadencia aritmética, una precisión exacta y de la misma forma inevitable con las mismas frases de Susana que, como buena mujer, se toma todo de manera personal, y aguanta bastante bien cuando David y yo le metemos caña donde casi no duele, y Javier, como un niño malo se ríe a escondidas, y no da crédito a lo que oye. Luego David la roza y ella vuelve a su cáscara como son las cáscaras de las mujeres que portan una decisión tomada. Hoyse ha relajado. Y lo parece. Acabará emergiendo y durante un día, en mitad de Francia, nos sacará con su energía y su ánimo de algún problema de tipo medio y sabremos que la tía mola, como lo supimos siempre.
Le pregunto a Javier por su vida privada pero no me contesta. Necesitaría sacarle del contexto laboral para obtener información.
Hoy dejamos Bélgica. No hay duda de que algún cura desvió el camino de Santiago hasta aquí, a lápiz y a ladrillo y consiguió una porción de catolicismo reaccionario para Bruselas, fría de nombre, sin coles y calurosa de calles, toldos y mesas enmanteladas.
Huy! nos avisan lo móviles de que ya estamos en Francia. Qué poca emoción,. Ni pasaportes, ni francos, ni registros. Huy! nos volvemos a perder. Y David otra vez se enfada. Le dura poco. Me hago el maño para conectar mejor y fundirme con Javier. Pero el no se da cuenta; no me pilla el acento. Y a la vez, pienso que no puedes entender Bruselas sin
GANTE
Javi es un duende, listo y bueno y guapo a su manera. Sabe un montón de datos que no sirven para nada y otros que sí sirven. Su sola presencia pacifica y engancha. David es una de las tres personas más graciosas que he conocido en mi vida. Tenemos que entenderno por el bien de nuestro producto.
Susana es un trozo de cemento hecho del material con el que se construye las cosas más bonitas del mundo. Esta fuera de toda vanidad en casi todos los sentidos nos da bastantes vueltas. Es la noble simplicidad grecolatina, con gafas de empollona y cuerpo de hippie que se sobreexcita cuando ve en un escaparate belga un pitufo azul. Yo soy dos y estoy en cada uno de los dos por completo
Nos encanta Gante. No es puerto y sería hippi de no ser por una ambiente tan urbano que se escapa ade la lacra de los 60 para entrar con decencia en el siglo XXI. Comemos en un sitio que parece de Ávila, bien, como todos los días.
Tengo ganas de comprar y de consumir porque me veo viejo y feo. Los móviles se enteran antes que nosotros cuando cambiamos de país y yo me compro un flexo bonito mientras me pongo moreno y de un humor excelente. El viaje me atraviesa en lugar de lo contrario y vemos huellas de Santiago por todas partes. David se enfada porque está harto de perderse en el coche pero le dura poco y es divertido hasta enfadado.
La frase del día: yo he sido camarero antes que fraude.