martes, septiembre 25, 2012

¡Dichosa sopa!


Hay días en los que uno sale de la cama más tarde de lo habitual, a tiempo todavía de buscar el capítulo uno perfecto para empezar una novela y con ganas suficientes de ir al mercado eventual de Tribunal donde la diferencia de precio en pescado es notoria. Una corvina, medio kilo de gambón argentino, y una rodajita de emperador ay, que nunca baja de precio. Con la cabeza de la corvina y algunas cosas más que tenía en stock tengo un fumé que todavía huele. La fideuá se ha interrumpido con la aparición de Nacho que, como está a dieta, tiene que comer a la plancha y no me he atrevido a ofrecerla la corvina doméstica. Así que en el mercado de San Antón, donde la terraza ya está insonorizada y la selección de personal es tan penosa como lo son sus directores, hemos pasado un rato excelente. Porque los amigos de la infancia tienen un nosequé que enternece. Me ha dado tiempo después a hacer la estructura de un guión sobre la crisis y a leer unos capitulillos del ultimo coñazo progre relacionado con el tema y ha salir disparado raqueta en ristre para conseguir otra victoria sobre el otro Nacho. Mientras "los de las ideologías" estan tomando el congreso, está viniendo Jero hacia aquí con lo que el día está a mitad aunque ya sea de noche. 
Por motivos que me preocupan tengo la sensación de no haber hecho nada en todo el día y todavía ando obsesionado sin decidir si hago o sopa de pescado o fideuá. Hija, no sé...para cenar...
En fin, la semana que viene tengo que contarle esto a mi psiquiatra porque debería ser más feliz con esta vida que llevo. ¿Será que estoy cediendo a la mentalidad de los otros?

Otoño y otras luces

¡Ese rayo de sol insesperado
que destella en la nieve
recién caída!

Mucho más bella era la sonrisa
que iluminaba un rostro
todavía mojado por las lágrimas.


 Ángel González



sábado, septiembre 22, 2012

No es que haya pasado nada pero quería soltarlo...


Camina, entre las arrugas, bajos las tetas que caen, en las entradas de cada frente, pelo que falta, entre los adictos a nuevos infiernos y los penes ilevantables, los maduros agotados y escépticos, entre los que se dejan ir con su tripa por delante y su barba clareada de tanta decepción. Camina por los márgenes de la sociedad, entre los que engrisecen, entre las solteras con dos cojones y sube desde los pies en línea recta pasando por el sexo,  el entre pulmón, rodeando la cara y ascendiendo hasta convirtirse en un paraguas o en un sombrero mexicano que ampara y protege de la lluvia de vulgaridad o del calor de la basura. 

Así es como camina la calidad, y el que no quiera verla, el que crea que separar a las personas entre quienes la poseen y quienes la desconocen es algo nazi que me lo diga a la cara, que me explique qué tipo de personas le rodean, que me diga si la ha rozado, si ha estado en casa alguna vez con los míos. Que reconozca que el mundo, la gente, somos magnitudes. Somos unos cuantos, la gente de calidad, los que no haríamos determinadas cosas jamás, los que nos reconocemos como si fueramos maratoniantos. 

¿Tengo que darte los nombres de media docena de personas que te dejarían sin habla? ¿Tengo que explicarte lo que es tener nivel? No me da miedo. Ven y te lo explicaré. Porque estamos rodeados de gentuza, de acomplejados, de psicópatas en vigor; los veo cada vez que salgo de mi mundo y me encanta verlos ahí retorcidos en su ordinariez, en su sonrisa cutre, en su dinero guardado en la cartera, en sus comentarios previsibles, en su cutrez, en su analfabetismo integral.

Así camina el mundo, como si fuera una invasión de cazadores de cuerpos. Me protejo en mi calidad y en la de los que los rodean y si me encuentro con uno vuelvo corriendo a casa a por mi agenda donde está mi gente, la de calidad. ¿Que pasa? ¿es que no se puede decir?



martes, septiembre 18, 2012

Una jornada particular



Los dos están desesperados: Mastroiani porque es marica en tiempos de Mussolini, y Sofía Loren de tanto hijo y tanta vulgaridad. Ella está tan hastiada de su vida, tan absolutamente necesitada que fuerza la situación y  le hace el amor. Él se deja porque sabe lo que es sentirse como se siente ella. Es el polvo mas horrible que he visto; el más generoso también. Yo podría haberme dejado como hace él por pura compasión y espero que llegado el momento, si tengo que pasar por el feo trance de extrema necesidad sexual o afectiva, la persona  que pase por ahí, se compadezca de mí. Porque la necesidad y el deseo no son vergonzosas.

viernes, septiembre 14, 2012

a dos metros sobre tierra

Supongo que los viajes, además de su sus vivencias inolvidables, llevan implícito el desorden mental cuando se regresa, influido muy directamente por los vinos que te tomas con gente estupenda mientras los cuentas. Para salir de esta sensación de pérdida de pie,  lo que me centra es ir al Día% y obligarme a comprar productos que nunca he comprado, por ejemplo unas fajitas Old El Paso o Special K de fresa o Activias de mango. Al Día% se puede ir sin ducharse y con la camiseta de dormir y es una buena forma de empezar el día si al volver uno coge el día con energía y no se queda mirando las bolsas con cara de pena. Ahora estoy en ese momento.

Debuté con George Perec. Lo infraordinario es un librito que si él hubiera estado vivo no habría permitido que se publicase. Tampoco le habría gustado a Perec La Iliada de Baricco. Creo.

Teresa de Calcuta era de Albania. Pasó su vida, retorciéndose por el dolor de la ausencia, buscando a dios. Murió sin haberlo encontrado. ¡Madre mía!.

miércoles, septiembre 12, 2012

Capitulo 1


Aunque últimamente le asustaban los ruidos, los propios y los ajenos, se movía por la casa a oscuras mejor que por el día. La persianas del dormitorio rajaban la luz blanca que llegaba de algun neón trasnochador. De la calle subían susurros de preuniversitarios tirando del carro del amor lozano, jóvenes llenos de autoestima, con las pieles frescas y  poco futuro que estiraban la noche para conseguir un idilio breve y terminar en un parque metiendo mano a una persona cuyo nombre no recordarían dentro de dos años. 
Se le había metido la noche dentro y lo había hecho con la rabia y ansiedad que lo hace cuando las dudas se convierten en desequilibrio. Escuchó ruidos nuevos, mezclados con los de él. Las tablas de la tarima seca crujieron  en su camino hasta la nevera que dejó abierta para iluminar la cocina y, si podía ser, algo más. Se había despertado tres veces antes de salir de la cama uniendo su ajetreo al nocturno, con la sensacion de que algo estaba a punto de ocurrir. Se quitó el camisón y con él también se fueron las ganas de estar ahí, en esa cama ocupada. El carrillón le pareció un megáfono mudo que intentaba transmitirle un mensaje. Se ajetreó. Se volvió a vestir, esta vez con una camiseta que andaba por ahí. Habría puesto la televisión pero tuvo miedo del sonido, de molestarse a sí misma, de encontrar en la pantalla el reflejo de su desasosiego.
Fumar era lo más fácil pero hasta el clic del mechero le resultaba insoportable.

martes, septiembre 11, 2012

43 años después



Me ha dado más que nadie pero
no ha sido un buen padre y lo hemos pagado a medias. 
Hoy, en el Arce, durante la cena, en su cara castigada, en sus ojos rendidos he encontrado al menos una persona.
Si no eres persona no eres ni padre ni amigo ni nada.
No sé si se ha dado cuenta de algo.

martes, septiembre 04, 2012

Mini guia de Etiopia

 
El Hotel Teitu es el mas antiguo de Adis Abeba. Combina el hosteling con la decadencia entendida tambien en el sentido ingles, y con bastante suciedad. He visto cosas en ese cuarto de bano que un hombre no deberia ver jamas, ni mas alla de las puertas de Tanhauser. La cocina de su restasurante y su gente ya son para mí inolvidables.
Los etiopes son poco tropicales y no demasiado amables.  Sacan con desprecio la espuma de su cafe y la arrojan al plato. Las autoridades etiopes tienen un zoo lleno de leones que son tan bonitos que no dan pena las rejas. Tienen tambien un Museo Nacional que defienden con orgullo y parece la biblioteca de un colegio privado de Zaragoza. Y una catedral poco ortodoxa donde uno de sus murales, frente a las habituales anunciaciones de Maria, ultima cena y demas ellos han pintado una asamblea de Naciones Unidas donde se acordo su libertad. Las mujeres etiopes son bellas y tiene cara y cuerpo de aninmales diferentemente infantiles. La biblia dice que son las mas bellas sobre la tierra. Podria ser verdad si se me permite el oximoron. Algunas se despiporran conmigo
Cuando los ninos etiopes te roban el aifon no hay que enfadarse. Hay que tomarselo como un impuesto que cobran al primer mundo por visitarles. Para mi has sido un acto poetico que, ni intentandolo, me habria salido mejor. Jodoroski estaria satisfecho.
Manana  en casa.

sábado, septiembre 01, 2012

Isla de Lamu


Vi una espeluznante pelea de burros, fui al aeropuerto en velero y Abdul,el Guia, me ofreció todos sus servicios. Con la persona adecuada podría quedarme a vivir en Lamu cinco años. Pero claro, también podría hacerlo en cualquier parte del mundo; en Chueca, por ejemplo. A esta isla es mejor venir acompañado aunque, si estás solo, pasan cosas y te encuentras a los de siempre. En una ONG, a  la directora, que ni es atractiva ni no, ni es maja ni no, ni tiene estilo vistiendo ni carece de él. No lleva sujetador, se deja rodear negros adolescentes y va descalza. En un hotel a los dueños, una pareja de belgas que se dan por satisfechos theirselves insoportablemente y no me prestan un poco de su wifi. En un restaurante a  una americana madura que vive ahí y desayuna, aburrida y sola, en el único sitio que hacen café expreso. No sabe aún que la vida se construye con personas y no con paraísos. Habrá también cerca un cura moderno, un hippie hablador y llegará algún ejecutivo de Telefónica. Estos lugares, cuanto más alejados, más previsibles. Los lugareños, mientras tanto, ofrecen sus cuerpos al sol, los veleros de madera y sus dientes blancos a europeas venidas de cualquier lugar, seguramente huyendo.

Empujado por el viento mi cuaderno se desmelena al pasado. “Me encanta beberte y fumarte, y meterme en tu mar desdichado y fugaz, en tu ropa negra y quitarte el reloj y todo lo que tienes sin valor. Y preguntarte en cualquier idioma qué quieres esta vez. Escribir en un rincón de tu piel un corazón de Bic.” 

Salgo para Abisinia en unas horas.En este otoño tendrás que saber si, frente a tu amor amortizado, te interesa más lo latente o lo novedoso.