En busca del medio punto que me falta

Los doce años que tenía la botella de whiski nos lo repartimos entre guillermoyadiosss y yo. Mi casa ya está contenta: ha recibido visita y está como a ella le gusta: con ceniceros atriborrados, la pila repleta, el Cune y el Ballantines escandalosamente vacíos, media cafetera con café frío, un montón de cds por el suelo y por las paredes restos de conversación y de recuerdos, que al fin y al cabo guillermoyadisoss y yo nos conocemos desde los seis años, que él era el malote de 1C y yo el malote de 1D. A los dos nos ha ido mejor de los esperado teniendo en cuenta que suspendíamos practicamente todo , eso sí, yo con cuatro y medio, que excepto en dibujo nunca sacaba muy deficiente. Esto del cuatro y medio me ha ido acompañando a lo largo de la vida. De la infinidad de asuntos laborales, afectivos, artísticos o sociales que no he conseguido, siempre ha sido por medio punto, que para el caso es lo mismo aunque ha sido un estímulo quedarme siempre tan cerca de las cosas que he soñado y no he logrado.